La luz del sol brillaba a su máximo esplendor iluminando las plantas y árboles del bosque completamente habitado por animales inofensivos, un joven de unos 15 años se encontraba moviéndose ágilmente evadiendo los árboles de su camino, vestía con un yukata blanco llevando por encima un haori amarillo medio anaranjado, su cabello era corto y oscuro siendo algo erizado hacía arriba.
— lo siento amigo — su velocidad era inhumana logrando pasar por encima de una liebre antes de que esta pudiera reaccionar.
Más adelante podía ver una gran luz delatando que era la salida del bosque por lo que no dudó en cruzar los arbustos de por medio, se encontraba en un precipicio bastante llano con un único árbol demasiado cerca del borde, al mirar hacía la cima del árbol en una de las ramas más altas se encontraba otro chico cercano a los 17 vestido con un yukata azul oscuro llevando por encima un haori completamente oscuro, el cabello de este estaba amarrado en una cola de caballo pero había muchos pelos que sobresalían por toda su cabeza.
— ¡Raijin la tienda ya está abierta! — no había dicho de qué pero el de arriba parecía ya saberlo por lo que bajó rápidamente del árbol.
— por fin, estaba esperándolo — sin dar alguna señal ambos comenzaron a correr pero el menor era mucho más rápido.
— concentra la respiración y fuerza en las piernas — pareció decirlo con cierta burla mirando como el contrario tan solo se molestaba bastante.
— ¡No te burles cabrón! — su velocidad también era increíble pero está parecía ser más de pura fuerza natural.
No tardaron en llegar al pueblo el cual era algo pequeño entrando con suma naturalidad demostrando así ya conocer el lugar, saludaban a las personas y ellas correspondían hasta llegar a su destino que era una tienda de alcohol.
— ¿Quién lo hará? — se volteó a ver al mayor con ciertos nervios de lo que estaban a punto de hacer.
— hazlo tú Jigoro — lo dijo con tanta simpleza y libre de cualquier tipo de duda al respecto que sorprendió al nombrado.
— ¡¿Que?! ¿Por qué yo? Soy el menor, está claro que sospecharan — intentó empujarlo pero se resistió para no entrar adentro de la tienda.
— por supuesto que no, eres el favorito por lo que no dudarían de que él te envíó — lo señaló con una expresión sería intentando transmitirle confianza atraves de simples palabras.
— de acuerdo pero tú te encargas de las tazas — tan solo asintió esperando a que el de cabello corto entrara por la puerta quedándose él en la entrada.
Intentaba ver lo que ocurría en el interior de esa tienda pero la cantidad de carteles y botellas sobre el ventanal le impedía ver algo de lo que sucedía, una chica pareció verlo y en cuestión de segundos decidió acercarse para tocar levemente su hombro, se volteó inmediatamente con cierto temor de que fuera otra persona pero al verla tan solo se relajó.
— hola Raijin-kun ¿Acaso viste a Jigoro-kun? Es que quisiera decirle algo importante — ocultaba las manos por su espalda mientras comenzaba a jugar con su pie en la tierra.
— no lo he visto Katsumi, cuando lo vea le diré que su novia quiere decirle algo — desvío su mirada hacia el cristal intentando verlo mientras la chica se sonrojaba.
— no... ¡No soy su novia y tú lo sabes perfectamente! Cada vez que intento pasar tiempo con él tú vienes y te lo llevas — lo señaló bastante molesta mientras se podía percibir un rubor en sus mejillas, el chico tardó medio minuto en responder.
— ¿Ya acabaste de llorar? — la miró con tranquilidad demostrando lo poco que le importaban sus palabras, pudo oir un gruñido mientras se acercaba a él para abofetearlo — ¡Maldita! — casi al instante su expresión cambió a una más enojada impactando su puño con la cabeza de la chica.
ESTÁS LEYENDO
Relámpago Azul [Kimetsu no Yaiba]
FanficLa historia de un cazador de demonios puede ser tan larga como corta