El gran día llegó. El castillo de Gwangju se sacudía con los pasos apresurados de cada parte del personal, asegurando que todo esté en su lugar. La conmoción se expandía por todo el reino, con algunos ciudadanos acumulándose en las afueras de las grandes puertas de la fortaleza para dejar arreglos de flores y todo tipo de regalos en modo de felicitación por la unión de su tan preciado rey con el diligente general de las fuerzas armadas. Aun con la mañana pasando, en una de las grandes salas del castillo se encontraban dos donceles junto con un pequeño ejército de damas de compañía corriendo de un lado a otro, poniendo su mejor esfuerzo en preparar al rey para deslumbrar a cada invitado. El príncipe Taehyung se encontraba con una de las damas extendiendo la gran capa, cuidando que ninguna incrustación se enrede y rasgue la tela, mientras Jimin quitaba las arrugas del largo saco, dejándolo impecable y colgándolo en un alto gancho listo para el uso del rey. Ambos donceles acudieron a la sala de preparación después de tomar un corto desayuno, posponiendo sus tiempos de cuidado una vez el rey esté completamente vestido.
Seokjin entró a la sala envuelto en una bata de seda recién salido de la ducha, impregnando todo el sitio con sus perfumes y cremas aplicadas en todo su cuerpo. Su cabello seguía mojado, soltando algunas gotas, y en su rostro no quedaba rastro de maquillaje, mostrando su belleza natural y revelando una apariencia más juvenil a pesar de sus 30 años. Con el rey ya presente, las damas de compañía comenzaron con el proceso de vestirlo, poniendo capa por capa cuidadosamente.
Taehyung y Jimin se quedaron a un lado observando a las damas trabajar sin querer interferir y hacer un mal movimiento. Tres toques se escucharon en la puerta, llevando a que el príncipe se pare primero para abrirla, revelando la imagen de una mujer que no había podido saludar apropiadamente por los días tan ocupados que pasó.
—¡Taehyungie! Por fin te veo sin estar corriendo de un lado a otro. —Sonrió Misuk, tomando el rostro del castaño y dejando un beso en cada mejilla. —No tuve la oportunidad de saludarte bien, mira cómo has crecido. —Acarició cada moflete con sus pulgares, sacando una risa llena de ternura por parte del príncipe.
—Reina Misuk. Discúlpeme usted por no saludarla, estaba un poco atareado. —Hizo una pequeña mueca llena de pena.
La mujer soltó una de sus manos para negar con esta. —Basta con eso de reina. Ya no lo soy. Ahora me puedes llamar tía, no tienes más excusas para no hacerlo. —Pellizcó sin fuerza su piel— Me disculpo por no haber asistido a tu baile de cumpleaños. Hyunki tuvo unos asuntos qué arreglar y lo acompañé. Espero hayas recibido nuestro regalo.
—No se preocupe... tía. —La mujer sonrió mostrando sus dientes— No he tenido la oportunidad de disfrutarlo, pero me aseguraré de hacerlo cuando vuelva al castillo.
—Ven aquí. —Misuk lo tomó por los hombros y lo envolvió en un cálido abrazo— Ya te has convertido en todo un hombre. ¿Jungkookie ha cuidado bien de ti? Escuché la noticia un poco tarde, pero sentí mucho alivio cuando me enteré de que Jungkook interfirió. —Se separó para mirarlo bien, esperando su respuesta.
—Su hijo me ha tratado más que bien. No tiene por qué preocuparse. Estoy perfectamente a salvo —Aseguró sonriendo en una fina línea. "Tal vez demasiado bien", pensó.
—Me alegra escuchar eso. —Acarició sus hombros— ¿Sabes? Desde aquel cumpleaños al que asistimos 11 años atrás, siempre supe que-
—¡Mamá! ¿Por qué pasas tanto tiempo con Taehyung? Debes prestarme atención a mí, a tu hijo y quien se casará. —Reclamó Seokjin desde la silla donde se encontraba con varios pares de manos haciendo su maquillaje y cabello— Ya tendrás oportunidad de darle su momento cuando se case. —Misuk rio por la queja de su hijo, ofreciendo una mirada de disculpa al castaño y soltándolo para finalmente ir hacia el rey privado de su atención.
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El Rey Doncel | Kookv
Romance"Me parece que no he escuchado tu voz en toda la noche." Su mirada bajó posando su atención en los labios en forma de corazón del castaño durante un milisegundo. "Mis palabras están reservadas para aquellos que sean merecedores de recibirlas." Dijo...