Capítulo 21

3.3K 419 39
                                    

Los siguientes días, el príncipe pasó la mayor parte de su día en su nuevo despacho, retomando su hábito de lectura, por un lado, más académico, y recordando todos sus escritos que había dejado en el castillo de Daegu. Como era de esperarse, el doncel rubio se encontró ensimismado en el mismo espacio por invitación del castaño, con el sentimiento de familiaridad de ese ambiente con su querido amigo.

Esa mañana no era diferente a las demás, ambos donceles enfocados en un libro diferente, uno en su silla frente al escritorio y el otro eligiendo sentarse en el suelo con su libro y papeles esparcidos por la pequeña mesa de centro. El rubio, al haber terminado la tarea tan importante que le había asignado el rey, estando dentro la misma, contaba con tiempo libre de sobra, disfrutando volver a compartir sus tardes con Taehyung. Extrañó toparse 'accidentalmente' con el consejero, sintiendo la falta de la calma que sentía a su alrededor, pero sabía que debía trabajar en sí mismo y continuar con sus objetivos si alguna vez quería plantearse iniciar la relación que tanto ensoñaba.

Jimin sacudió su cabeza en un intento de marear la idea de aquel hombre como una pareja; se supone que dejó atrás su facilidad por ilusionarse. Suspiró, tirando un poco de aire a los mechones que caían en su frente y relajó más su postura, terminando con una columna algo curvada, lo que llamó la atención del castaño.

—Jiminie, no descuides tu postura. Deberás mantener una espalda saludable si quieres cargar con el peso de ser un consejero real en un futuro cercano. —Levantó su mirada de la página que estaba leyendo para ver cómo el otro solo abultaba sus labios y fruncía el ceño antes de volver a enderezarse— ¿Por qué no tomas un descanso o te sientas en el sillón? Puede ser más cómodo.

—No se preocupe, príncipe TaeTae, estoy bien. —Aseguró con una sonrisa pequeña— ¿Ha encontrado algo más sobre las exportaciones? —Cuestionó empezando a tomar el libro para ponerse de pie.

El castaño hizo una pequeña mueca con sus labios. —Quise enfocarme en lo que el reino puede ofrecer al exterior, pero terminé con una idea sobre las importaciones. —Rascó un poco su cabeza y dejó de lado para después frotar un poco sus ojos.

—¿En qué pensó? —Se acercó al escritorio, sentándose con las piernas cruzadas al lado de Taehyung. Tenía la costumbre de hacerlo así hubiese una silla destinada para él; encontraba comodidad en el frío suelo y podría recostarse cuando sintiera cansancio en su espalda. El castaño nunca lo reprochó por ello, habituado a encontrar al rubio sentado en alguna parte del suelo cuando estuvieran trabajando o estudiando juntos.

—En los últimos inviernos, la temperatura ha caído gradualmente, ¿correcto? —Jimin asintió— Como en nuestro territorio hemos estado acostumbrados a un clima más tropical, con inviernos cortos, no contamos con una producción apropiada de telas para proteger a nuestros ciudadanos del frío. Para los que vivimos en el castillo, no encontramos incomodidad en eso, pero nuestro pueblo posee viviendas con paredes un poco más delgadas, por lo que están más expuestos a las gélidas temperaturas. —El rubio escuchaba atentamente las palabras del príncipe, pensando en la variedad de telas que se podían encontrar en el reino e incluso en la nación entera.

—Pero príncipe, nosotros tenemos una gran producción de algodón. Con ese material se pueden producir abrigos de calidad. —Objetó sin fuerza alguna en su voz. 

—Sí, pero no es suficiente. —Sonrió ladino— Papá alguna vez creó lazos con países del extranjero para traer lana exclusivamente al reino. Ese invierno se llevó a cada tienda abrigos, gorros, guantes y pantalones con el nuevo material. Al comienzo pareció funcionar y el índice de gripe por exposición al frío bajó un 20%. Sin embargo, hubo un aumento en las hospitalizaciones por reacciones alérgicas. ¿Lo recuerdas?

El Rey Doncel | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora