—Amor, el carruaje está listo. —Anunció el pelinegro entrando al despacho del príncipe quien había pasado el resto de la tarde encerrado en su pequeño espacio personal.
—Está bien, rey Jeon. Iré en un momento. —Contestó sin dirigirle la mirada, enfocado en el libro que ojeaba sin mucho interés.
Jungkook apretó sus labios, sufriendo de forma muy personal el escuchar su apellido salido de la boca de su amado con tanta indiferencia. Sus manos cosquillear por ir hacia él y besarlo hasta que su enfado quedase como algo vago en el pasado, más sabía que aquello no sería tan simple. Solo soltó un corto suspiro y se resignó a esperar que las verdades que trae el tiempo le ayuden a recuperar el cariño de su príncipe. Caminó a paso lento hacia la entrada principal donde su consejero y la pareja de este lo esperaban.
—Rey Jungkook, si me permite decirlo, parece miserablemente abatido. —Soltó Yoongi sin esperar tal permiso, recibiendo un codazo de parte del rubio a su lado, y una mirada amarga por parte del monarca.
—¿El príncipe sigue muy molesto? —Preguntó Jimin mordiendo su labio inferior y jugando con sus manos. Conocía al castaño, esos periodos de silencio solo significaban una indignación casi imposible de arreglar en poco tiempo.
—No me ha mirado a los ojos desde que anuncie la partida hacia Daegu. Se escuda en su despacho para evitar mi presencia. —Sacudió su cabeza pareciendo derrotado, un pequeño hoyuelo se asomaba en su mejilla derecha con el habitual apretar de sus labios. —Es un consuelo ver que mi anillo permanece en su dedo.
Jimin sintió pena por el monarca. —No tiene por qué preocuparse en demasía, rey. El príncipe solo necesita tiempo para pensar y despejar su mente. —Sus ojos pasearon por el lugar como si tratase de buscar las palabras de consuelo correctas. —Cuando está disgustado prefiere permanecer solo. Cuando todo esté solucionado, volverá a usted como si nada hubiese pasado. Solo dele un poco de espacio. —Pronunció aquel consejo con su ceño preocupado y estirando su brazo para dejar una corta caricia de cortesía para el cabizbajo monarca.
Unos segundos después, los pasos de dicho príncipe se escucharon en el pasillo, pausados y calmados. El pelinegro recobró su compostura, queriendo parecer imperturbado. Observó cómo su amado pasaba de largo y se posicionaba junto a Jimin en lugar de a su lado como siempre lo había hecho. Jugueteó con su lengua contra su mejilla aceptando cada una de las actitudes del príncipe.
—Teniente Park, usted nos acompañará al príncipe y a mí en nuestro carruaje por seguridad. —Se dirigió al hombre que solo observaba en completo silencio aquella escena. Asintió ante la orden y se preparó para partir.
—Jiminie, irás conmigo en el carruaje esta vez. Por favor acompáñenos teniente Park. —Dijo el castaño como si las palabras proclamadas por el monarca no hubiesen sido más que un simple silbido del viento.
Taehyung tomó del brazo al rubio sin dejarle opción más que seguirlo y ofrecer una mirada culposa al pelinegro. A pesar del lugar de poder del gran rey, protestar en contra de la palabra de su amigo en ese momento no sería una elección muy inteligente de su parte. Por otra parte, Bogum quedó estático entre las dos peticiones, buscando aprobación en los ojos de su rey antes de tomar un paso. En cuanto Jungkook asintió rendido, este caminó rápido para alcanzar a los donceles que habían tomado la delantera.
—Parece que el espacio es más material que subjetivo en esta situación, rey. —Pronunció Yoongi viendo cómo su propio doncel se alejaba de él. —Tal vez el tiempo del viaje será suficiente para que por lo menos reconozca su presencia, ¿no lo cree?
Jungkook lo miró de reojo sin mucha gracia. —Por su tiempo con el joven Jimin, lo mejor es que suceda. De lo contrario, el tiempo que pase sin mi príncipe será el mismo que deberá pasar sin su doncel, señor Min. —Remarcó con ojos fastidiados comenzando a caminar hacia el carruaje que había sido asignado a él a último minuto.
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El Rey Doncel | Kookv
Romance"Me parece que no he escuchado tu voz en toda la noche." Su mirada bajó posando su atención en los labios en forma de corazón del castaño durante un milisegundo. "Mis palabras están reservadas para aquellos que sean merecedores de recibirlas." Dijo...