Capítulo 40

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La llegada al castillo de Busan fue en las tempranas horas de la mañana. El príncipe Taehyung tenía el rostro decorado con profundas ojeras oscuras y su cuerpo era poseído por la fatiga. Por otra parte, el rey Jungkook se encontraba perfectamente descansado, cayendo en un profundo sueño en algún punto de la madrugada cuando le fue imposible acompañar al castaño en su insomnio. El príncipe se había resignado después de cambiar por décima vez su posición para dormir, dejando que el pelinegro se recostara sobre su figura y dejando caricias en sus cabellos para que pudiese descansar más cómodamente.

La penumbra de la noche en una constante lucha con la resplandeciente luna le permitió un momento para pensar con un poco más de claridad después del atroz evento de ese día. Traía puesto el anillo que el monarca le regaló la noche anterior y las piedras soltaban poderosos reflejos de luz con cada movimiento que el carruaje hacía. Identificó el vacío que sintió. A pesar del alivio naciente de la muerte de Jeongsuk, supo que no tendría más motivos para permanecer en Busan bajo el cuidado de Jungkook; incluso si alguna vez hablaron sobre proceder al matrimonio, con la ausencia de una propuesta formal y el cortejo aún vigente, no existía razón alguna para no volver a su propio reino. Consideró que era lo correcto; no solo porque extrañaba volver a su hogar y retomar los proyectos que dejó atrás, sino porque la ausencia de sus padres le comenzaba a inquietar. Sin querer pensar en que algo infortunado había sucedido, el no tener respuesta alguna a sus cartas y sin ser visitado por alguien perteneciente a Daegu le dejaba un sinsabor perturbador. Quizás podría darle un poco más de tiempo al monarca para terminar su relación sin categoría, pero la verdad era que la desesperación por retomar su vida sin tener que esperar por alguien más le provocaba un cosquilleo molesto en el cuerpo. Podía amar al rey, más no detendría su vida por mucho tiempo más.

Jungkook, con la frescura después de una gran noche de descanso se sentía energizado para pasar el día con su príncipe. Una vez estuvieron por fuera del carruaje, se encargó de llevar al castaño cargado hasta su habitación para que este pudiese dormir un poco después de tomar la infusión una vez más mientras él cocinaba algo para desayunar. Corrió directamente a la cocina principal, siendo esta inmediatamente desalojada para que se pudiera mover a gusto. Se inspiró para preparar un desayuno coreano tradicional: un plato de costillas a la parrilla; ensalada de mariscos, una sin picante para su príncipe y otra con bastante para él; arroz con brotes de soja y dos acompañamientos de algas sazonadas y kimchi. Casi sudó un poco por el esfuerzo que puso cocinando cada cosa hasta quedar satisfecho con el sabor, considerando que si iba a alimentar a su amado, debía hacer todo con la mejor calidad posible. Se había preocupado un poco por la falta de sueño que el castaño tuvo durante la noche, por lo que se propuso a llenar su cuerpo de nutrientes para que pudiese pasar un buen día.

En la habitación, Taehyung ya estaba despierto. En cuanto fue acomodado bajo las sábanas después de terminar la bebida caliente, sintió que la habilidad de dormir abandonó su cuerpo. Incluso si estaba agotado, no podía lograr desconectar su mente y descansar como debía. Su mente siguió dando vueltas respecto a lo que debería hacer en los próximos días. Aunque considerara que volver a su vida normal era lo mejor, no podía negar que dejar de tener la compañía y el cariño constante de Jungkook a su lado le dejaría con el vacío más grande; uno que no podría llenar. De repente, la imagen de Hyunki llegó a su cabeza. La promesa del hombre de estar junto a él en su coronación le hizo calmar su conflicto, recordando el estado en el que se encontraba en aquella habitación y la incertidumbre de si podría continuar con vida por más tiempo. Los días habían pasado desde la visita, y sintió algo de sorpresa al no haber escuchado noticias sobre deterioro. Se preguntó si sería posible que cumpliera con su promesa, apoyándolo en todo el proceso de obtención del poder e incluso siendo una gran influencia en cómo llevaría a cabo su gobierno. Deseó que pudiese ser así.

El Rey Doncel | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora