—Gracias por haber venido a visitar a Hyunki. Ha estado algo decaído por tener que pasar tanto tiempo en cama, así que con esta compañía debe sentirse más animado. —El rostro de Misuk demostraba calma y una sonrisa transparente. Para más sorpresa del príncipe, sus ojos no cargaban con la tristeza que una esposa amorosa debería tener por un esposo enfermo.
Los cuatro se encontraban el comedor nuevamente con los platos vacíos del almuerzo siendo retirados por los sirvientes. Debido a la insistencia de Misuk para que se quedaran un poco más y comieran antes de partir, no tuvieron otra opción que aplazar el viaje. Taehyung sentía un ambiente tenso por el cambio de actitud de Jungkook, a pesar de que este era conocido por mantener una expresión seria, en esta ocasión había algo más, una sombra añadida en su mirada que hacía difícil mantener el contacto visual sin sentirse intimidado. Namjoon, por otra parte, mostraba una actitud muy calmada, manteniéndose al margen y no aportando mucho a la conversación.
—¿Qué han dicho los doctores? —Cuestionó el pelinegro suavizando sus ojos un poco para mirar a la mujer.
Con la pregunta, la sonrisa de Misuk pareció flaquear un poco con un destello de algo irreconocible en su mirada, pero fue rápida para volver a su estado original. —No han dado detalles sobre el desarrollo del cáncer, por lo que no han dejado que haga mayor cosa. Probablemente, Hyunki les haya dicho que se siente mejor. —Suspiró juntando sus manos sobre la mesa— Se encarga de expresar lo energético que está y la impaciencia que tiene por pararse y volver a ser él mismo. Hablé con los doctores al respecto, —carraspeó un poco y bajó la mirada— dicen que se puede tratar de lucidez terminal.
Taehyung pudo notar desde el rabillo del ojo cómo el cuerpo de Jungkook se tensaba a su lado; era claro el porqué. El príncipe estaba especialmente familiarizado con ese término, teniendo que ver a sus abuelos pasar por lo mismo. La repentina energía y motivación para volver a la rutina habitual, querer hablar con los seres queridos, las promesas futuras, todas y cada una de esas actitudes llevaban a un final infortunado.
Esa era la primera vez escuchando alguna pista sobre la enfermedad del rey. Sin saber muy bien qué tipo de cáncer estaba sufriendo, se preguntó durante cuánto tiempo había estado en una condición delicada sin poder salir de la habitación sin ayuda ni supervisión de alguien más. Entendía la discreción que su tío pedía, era más que evidente. Si se esparcía la noticia de su decadencia y como resultado de esta la vulnerabilidad de su familia, la provincia entera sería un blanco fácil. Con una rivalidad cubierta con diplomacia entre la provincia y los reinos del norte, era de esperarse el cubrimiento de cualquier debilidad que diera luz verde a los reinos para dar inicio a un ataque.
—¿Papá sabe sobre eso?
Esta vez Namjoon tomó la palabra. —No lo debe saber. —Con los ojos del pelinegro puestos sobre él, enderezó su postura— Merece sentir esa esperanza y seguir teniendo conversaciones sin palabras llenas de pesar.
—Merece saber que no podrá hacer todo lo que anhela. Merece saber qué pasará con su vida. —El pelinegro objetó con enojo evidente en su voz.
—Lo merece, pero no le hará bien. —Interrumpió Misuk con tono firme— Tus intenciones son buenas, Jungkook. Pero el mayor acto de empatía que podemos tener en esta ocasión es dejar que se vaya con un corazón ligero.
Jungkook apretó sus labios, conteniendo las palabras que querían salir. La presión en su pecho aumentaba por cada segundo que pasaba, e iniciar una discusión con Namjoon y su madre podrían hacerlo peor. Cerró sus ojos un momento pensando en los últimos días que podría tener su padre, deseando poder tenerlo a su lado un tiempo más, solo un poco más.
—Es mejor que volvamos. —Soltó abriendo los ojos y poniéndose de pie sin esperar respuesta. El castaño los miró con sorpresa, pero siguió sus movimientos sin esperar mucho. —Por favor mantenme informado sobre cualquier novedad.
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El Rey Doncel | Kookv
Roman d'amour"Me parece que no he escuchado tu voz en toda la noche." Su mirada bajó posando su atención en los labios en forma de corazón del castaño durante un milisegundo. "Mis palabras están reservadas para aquellos que sean merecedores de recibirlas." Dijo...