YOUR LESSON

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La mañana siguiente fue igual de tranquila que las otras.

Al salir del refugio Din se encontró con la mayoría de sus compañeros mirando al horizonte.

Namla estaba ahí...en el risco como siempre.

Solo que estaba vez estaba acompañada. Su maestro y el niño estaban ahí. Meditando.

Estaban cruzados de piernas con las manos extendidas y las palmas mirando al cielo.

Lo que suponía llamaba más la atención era que estaban suspendidos en el aire un par de centímetros del suelo con los ojos cerrados justo en el filo del risco.

Eso no ayudaba mucho a que Vizsla cerrara la boca.

Din suponía que tendría que acostumbrarse a escuchar a Paz refunfuñar hasta que se acostumbrara a los Jedi. O ellos a él.

Esperaba no fuera una tarea tan difícil como lo parecía. En serio lo esperaba.

La unión de tres en la meditación siempre era un poco diferente

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La unión de tres en la meditación siempre era un poco diferente. La fuerza respondía con mayor intensidad. Como un canto sereno que aumenta de volumen conforme más gente se le une.

Así es como se sentía.

Además de que te dejaba atisbar un poco de la forma en que tus compañeros sentían la fuerza.

Como luz en la oscuridad...

Como relámpagos en medio de una tormenta...

Era obvio a quien pertenecía cada uno de esos sentimientos.

Yo en cambió, la sentía como una paz profunda. Como si estuviera en medio del océano. Sin oleaje. Sin sonidos. Solo calma.

Pero eso cambiaba totalmente a una marejada negra y tormentosa, tan furiosa cuando había peligro. El pacífico azul que visualizaba se llenaba de colores chillantes y saturados en advertencia.

Era su manera de avisarme. O al menos la más común.

Los tres dimos por terminado nuestro momento de paz al sentir el barbullo de la gente abajo de nosotros.

-Tus amigos son un poco revoltosos.-apremió Maxlon.

-Son Mandalorianos.-los excusé.

-Pues hay uno ahí abajo que no se cansa de llamarme hechicero.

-Viszla.-dije inmediato.-Cree que todo lo que hacemos es magia. Ni que fuéramos Dathomidianos.-me mofe de las creencias del hombre.

-Todos aquí son de mente muy cerrada.-sentenció siendo el primero en bajar del risco de un salto.-Si pretendes quedarte aquí un tiempo, más vale que vayas cambiando eso.

-Eso suena mucho peor que cualquier misión que haya tenido en el pasado.-me quejé siguiéndole y atrapando al niño en su brinco, ya que insistió en darlo por su cuenta.

NAMLA  //The Mandalorian//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora