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Dos días después de su primer encuentro Severus parecía estar meditando sobre la forma en la que debería actuar, sabía que ella lo buscaría, una parte de él lo quería, pero otra sentía que le estaba siendo infiel a Hermione y a él mismo

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Dos días después de su primer encuentro Severus parecía estar meditando sobre la forma en la que debería actuar, sabía que ella lo buscaría, una parte de él lo quería, pero otra sentía que le estaba siendo infiel a Hermione y a él mismo.

Severus había dejado de buscar el parque porque no deseaba hacer las cosas fáciles para Lily, él sabía que ella lo buscaría, claro que lo haría pues él representaba la magia de la que ella era parte. Por eso, prefirió ir al bosquecillo, estaba sentado entre los troncos desde donde veía fluir el río bañado por el sol y los árboles proporcionaban una sombra fresca y verdosa, la grava estaba algo decente donde estaba sentado.

Escucho pasos, él no se giró, sabía que ella lo buscaría, seguro Petunia lo había reconocido y le había dicho que era el niño que siempre llevaba ropa ridícula, aunque ahora estaba llevando prendas adecuadas para él, el estigma de ser un niño con ropas ridículas seguro lo seguiría.

— ¡Finalmente te encontré! — la voz de Lily se escuchó a su lado, pero Severus no la miró.

Él se recostó al tronco del árbol estirando sus piernas y luego la miró — No sabía que me buscaban — se encogió de hombros restándole importancia.

Lily parpadeó y se acercó sentándose junto a él — ¿Entonces? — ella preguntó rompiendo el silencio.

— ¿Qué? — el preguntó sin verla.

Lily se removió en su lugar — Bueno, quiero saber un poco más — ella pidió.

Severus la miro por un breve instante y luego asintió.

Se pasaron todo el día hablando sobre la magia y sus cuestiones, Severus le explicó las mismas cosas de las que le había hablado la primera vez, y de esa forma siguieron reuniéndose hasta que en medio de sus encuentro sucedió, la sensación de Deja vú lo golpeó primero.

—... y el ministerio te castiga si haces magia fuera del colegio. Te mandan una carta. — Snape murmuró con el ceño fruncido, casi parecía que estaba cometiendo los mismos actos adrede.

— ¡Pues yo he hecho magia fuera del colegio!— Lily apunto no queriendo recordarle que incluso él lo había hecho.

—Bueno, no pasa nada, porque nosotros todavía no tenemos varita
mágica. Mientras eres pequeño, si no puedes controlarte, no te dicen nada. Pero cuando cumples once años —añadió poniéndose muy serio— y empiezan a instruirte, has de tener mucho cuidado. — su voz era tensa, sabía lo que vendría y si el destino amargo que tenía estaba obstinada a suceder, él atacaría a Petunia de nuevo.

Hubo un breve silencio.

Lily cogió una ramita del suelo y la agitó en el aire, Severus comprendió que imaginaba que salían chispas. Entonces ella tiró la ramita y se acercó más a él — Va en serio, ¿verdad? No es ninguna broma, ¿eh? Petunia dice que mientes porque Hogwarts no existe, pero es real, ¿verdad? — sus preguntas eran ansiosas, buscando encontrar la verdad por temor a ser el monstruo que su hermana decía que era.

Ꭱꭼꭰꭼɴꮯꮖꮻ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora