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Los días habían pasado como borrones para Severus, su madre y sus abuelos habían estado llorando la mayor parte del tiempo cuando las heridas físicas y emocionales de Eileen y Severus fueron revelados a ellos. Había sido algo que sano su magia contaminada por el rencor, el odio y el dolor, su propia alma se sentía más ligera, en calma, estaba en paz.

Entonces en medio de un desayuno donde se levantó particularmente tarde dado a su renovado espacio seguro escuchó a su abuelo hablando sobre él.

— Severus es un joven muy inteligente, me atrevo a decir que es un genio del siglo, sabe sobre cualquier tema del que abordemos, pero la pasión en la que habla de pociones y las artes oscuras lo hacen sentir como un maestro experimentado — Ophiuchus sonrió con orgullo — por lo que decidí que me encargaré personalmente de sus estudios iniciales en estas dos artes — miro a su esposa y luego a su hija, ambas brujas asintieron.

— Ya he contratado al resto de profesores para desarrollar sus otras áreas — Meira intervino — la etiqueta se la daré yo — Meira expresó su interés por educar a su nieto — supongo que le enseñaras a ser un buen heredero — ella sujeto la mano de Ophiuchus y ambos sonrieron.

Eileen sonrió, ella nunca había podido ser llamada heredera, nunca sintió que aquella posición le perteneciera y había prometido tener un hijo varón para ocupar el puesto, ahora, casi doce años después de sus palabras finalmente ocurría, sin siquiera recordarlo antes.

— Buenos días — Severus murmuró su saludo adentrándose en el gran comedor que había en su nuevo hogar.

Todos contestaron con respuestas similares, Severus se sentó al lado derecho de su abuelo del otro lado de Eileen, él comenzó a usar sus modales, unos que Malfoy le había inculcado hacía años, en su tiempo de estudiante, de los cuales solo hacía uso en asuntos con Lord Voldemort en sus primeros años de servicio.

Ophiuchus, Meira y Eileen miraron sorprendidos al chiquillo que parecía tener los mejores modales de un sangre pura, Ophiuchus miró a Eileen en espera de que ella le hubiera enseñado, Eileen parecía confusa, nunca había instruido a su hijo a ese nivel.

Meira sonrió — Es tan natural en todo lo que hace — miró a su esposo con orgullo — estoy verdaderamente convencida de que este es un pequeño genio milenario — se rió entre dientes, satisfecha de lo que sus ojos veían.

Severus ajeno a todo lo que se decía de él, pues lo considero irrelevante, se preguntó cuál sería su plan en estos años, tenía un año entero para tomar el papel de un heredero, él siempre había sido un orgulloso Slytherin, pero esta vez quizás pidiera al sombrero ser un Ravenclaw, no estaba seguro de sobrevivir al infierno que plantearían sus compañeros de casa y luego estaba Potter, quizás la basura con patas y sus patéticos amigos lo dejarían en paz ahora.

Mentalmente se preguntó si estaba dispuesto a dejar su casa consumada de Hogwarts para evitar problemas, era tan Slytherin de su parte buscar su supervivencia que incluso dudaba a este paso convencer al viejo sombrero.