La oportunidad de Snape para vivir realmente se presenta en el mismo momento de su muerte.
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˚→Esta historia me pertenece, sin embargo, sus personajes así como los escenarios en los que se desarrolla son totalmente obra de...
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Habían pasado tres días desde que soñó que Draco y Hermione tenían una hija, la angustia no dejaba su cuerpo, su corazón se sentía pesado y su alma desgarrada, aunque extrañamente su magia pareció estabilizarse.
Sus ahora amigos se reunirían ese día con él y aunque no estaba seguro de querer ver a los idiotas, sabía que sería una distracción adecuada para su ya torturada mente, pero el dolor de ver a la única mujer que lo amo genuinamente con su ahijado y una niña idéntica a ella era insoportable.
— Severus, tus amigos ya llegaron — Eileen llamo con voz suave y educada golpeando la puerta del despacho de su hijo en la casa.
Severus suspiro.
Salió de su cómoda silla y abrió la puerta, tres niños estaban del otro lado, Remus tenía algunas barras de chocolate en sus manos, ropa visiblemente nueva gracias al trabajo que su abuelo le había dado a Lyall Lupin recientemente, quedándose solo con su asiento en el Wizengamot, Regulus tenía en sus manos una copia del diario el profeta y Sirius tenía un libro de la historia de Hogwarts.
Los niños entraron dando un puño a Severus como su nuevo saludo de "hermandad", rápidamente se apropiaron del lugar como si fueran los dueños, Eileen sonrió con cariño a la pandilla de muchachos que acompañaban a su hijo, claramente estaba orgullosa de que fuera Severus el que parecía ser el líder de todos. Pero, lo que realmente llenaba su corazón era que su hijo finalmente tenía amigos.
— Gracias mamá, estaré a cargo de ellos — Severus habló con voz educada y Eileen asintió marchándose sin miramientos.
Severus miro a sus amigos que se estaban poniendo cómodos, Sirius ya se había quitado su chaqueta y recogido sus mangas hasta el codo, Regulus se quitó la chaqueta y la camisa manga larga quedando en camiseta, la pequeña corbata fue lanzada al sofá sin cuidado, Remus se rió de sus amigos y solo se acomodó sobre la mullida alfombra que parecían preferir al cómodo sofá.
Regulus abrió el periódico y señalo la portada con curiosidad — Quiero que abramos la cesión con la familia Fontaine recién aparecida en escena — toco con su dedo índice la foto del castaño casi rubio muchacho atractivo, la hermosa mujer de cabello castaño con rizos hermosamente arreglados a su lado y la pequeña, pero hermosa niña de aproximadamente su edad, con preciosos rizos indómitos, castaños con mechones rubios al igual que sus hermanos mayores, los tres suspiraron encantados ante la belleza de la jovencita.
— Apruebo la moción — Sirius y Remus dijeron al unísono.
Severus rodó los ojos exasperado, habían acordado tener este tipo de reuniones solo cuando fuera algo muy importante, nunca se le ocurrió que los mocosos insulsos lo tomarían con cada cosa que pensaran era interesante, se acercó a sus amigos y su corazón casi se detuvo al ver el periódico, eran ellos, los mismos que había visto noches atrás.
Severus tomo con brusquedad el periódico dejando sorprendido a los otros tres muchachos que parecieron estar aturdidos por la falta de compostura del siempre correcto Severus Mail Prince.
Sirius se rió — Verdad que son una belleza — suspiro tocando su pecho — lo juro, no me importaría casarme con esa niña — se rió tontamente con aire enamorado.
Regulus frunció el ceño — Madre esta angustiada, la llegada de los Fontaine representa un asiento más importante que el asiento de Black, ella dice que son peligrosos — le recordó a su hermano lo que eso significaba.
Sirius gruño, recordó las diatribas que su madre le había dado desde que la llegada de los Fontaine llego a toda Gran Bretaña.
Remus se rió — Creo que Severus está más conmocionado que incluso nuestros padres — apunto a su amigo, que leía a gran velocidad la noticia de los Fontaine.
Severus miro con los ojos abiertos y manos temblorosas las letras en el papel — Son hermanos — murmuro sorprendido — hermanos que reclamaban su herencia con tantos documentos y oro como para avergonzar la fortuna Malfoy — una risa histérica salió de sus labios y se dobló de risa.
Su sueño no había sido nada más que una proyección astral de su alma yendo al rescate de la mujer que amaba que por lo que el dichoso periódico decía tenía la misma edad que él, el mismo nombre, sin embargo, su apellido ahora era distinto, ya no había Granger, ahora era Fontaine, una de las familias mágicas francesas más antiguas del mundo, una que se creía extinta en ambas líneas, pero ahora llegaban ellos con la audacia de sus registros, que no solo eran auténticos, sino que al momento de probar su sangre habían pasado la prueba, eso y la magia que ellos poseían atravesaron todas las barreras de muchas más bóvedas de las imaginadas
Miro a la mujer mayor que estaba junto a Draco, era ella, la misma Hermione que recordaba, pero sus rasgos eran más maduros de lo que recordaba, parpadeo confundido, en su mente miles de pensamientos buscaban una respuesta plausible del porque esa mujer se llamaba Eris Fontaine, cuando era una obvia versión adulta de su propia chica, sacudió la cabeza confundido de lo que esto podría significar.
Escucho a sus amigos reírse de él y los miro con molestia, si tan solo ellos entendieran lo inusual y peligroso que era esta situación estaría seguro de que no podrían reírse sino que estarían en un frenético impulso de correr hacia los Fontaine.
— Venga hombre, todo el mundo está totalmente asustado, les dicen domadores de dragones — Sirius tuvo la audacia de tocar con la punta de su dedo índice en la fotografía donde algunas dragones eran visibles.
Severus silbo sorprendido de aquella audacia.
— Lo genial es que los tienes de vecinos — Remus murmuro mirando a Severus con una sonrisa.
— ¿Qué? — Severus pregunto confundido por aquello.
— Esta ahí — Remus contesto con calma — son los que viven en la mansión que creímos estaba abandonada, bueno lo estaba antes que ellos aparecieran hace tres noches — murmuro con el ceño fruncido — los rumores del ministerio es que estaban ocultos por los ataques que habían tenido en su familia, no se sabía quién era el que quería eliminarlos — ladeo la cabeza al ver que todos lo miraban — papá dice que son desafortunados huérfanos que se armaron de valor para hacerle frente a quien los quería ver en la ruina — explico.
Todos se echaron a reír, Remus incluido.
Severus sonrió, esa información era muy valiosa, no sabía qué diablos estaba pasando, pero si la vida lo bendecía con entregarle a la mujer que amaba con locura, quien era él para rechazar el regalo, solo esperaba que no viniera incluido con cosas atroces fuera de sus manos, porque realmente quería una vida lejos del infierno que tuvo en su primera vida.
— La niña es hermosa y planeo cortejarla — Severus declaro mirando con seriedad a sus amigos, la presión en su mirada oscura dejo en claro sus intenciones.
Los otros tres se rieron, pero lo aceptaron, ninguno de ellos podría ganarle al Prince, se pasaron algunos galeones y se burlaron de la atónita cara del Prince, al ser atrapado en medio de una apuesta que claramente había sido muy bien planeada.
— Yo aposte que serías tu quien lo declarara — Regulus se encogió de hombros con una sonrisa de disculpa.
Sirius gruño — Yo por Remus — hizo una mueca — veo que a ambos les gustan las raras — se burló.
Severus y Remus semiraron con ojos entrecerrados y luego de lo que pareció una charla silenciosaSeverus sonrió, él no cedería ante nadie por el amor de la joven Fontaine,conocida para él como Hermione Jean Granger.