La oportunidad de Snape para vivir realmente se presenta en el mismo momento de su muerte.
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˚→Esta historia me pertenece, sin embargo, sus personajes así como los escenarios en los que se desarrolla son totalmente obra de...
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Orión miro a sus hijos, ambos tenían el brillo de la inteligencia en sus grises ojos, él sabía que ellos estaban analizándolo para determinar que tanto había cambiado su padre, midiendo sus reacciones para determinar hasta qué punto actuar, sonrió, el joven Prince les había enseñado a sus hijos lo que él había deseado durante sus años de cautiverio.
Regulus sujeto la mano de Sirius y éste coloco una postura protectora sobre su hermano dejando al menor detrás de él, Orión vio su propia actitud en la de Sirius y su hermano Cygnus Black, quien era cinco años menor que él.
— Están a salvo ahora — Orión sonrió a ambos niños.
Sirius sintió sus ojos picar con lágrimas, pero fue Regulus quien sollozo entre aliviado y preocupado, Sirius lo abrazo para consolar a su hermano menor — ¿has logrado romper la maldición? — Sirius pregunto con cautela mirando a su padre por primera vez durante mucho tiempo.
Claro que ellos lo sabrían, eran chicos inteligentes, la razón por la que Sirius se había revelado a su madre era para darle momentos de lucidez a su padre, quien le había dejado ver que lo entendía, él amaba a su padre a pesar del odio desmesurado que sentía por su madre.
— La señorita Eris Fontaine me ayudo — Orión sonrió con calma y ambos niños se lanzaron a abrazar a su padre, sus llantos eran desgarradores y liberadores a la vez.
Orión sintió sus propias lágrimas corriendo por sus mejillas, había anhelado tanto el calor de sus hijos, que aunque en ellos hubiera una parte de la mujer que despreciaba, él amaba con locura a sus pequeños, lloro pidiéndoles perdón a sus hijos, y estos lo abrazaron con fuerza.
Todos les dieron su privacidad.
Remus, Severus y Mione estaban sentados de forma obediente y educada en el comedor en espera del resto de adultos que parecían estar poniéndose al día, Eris era la única que parecía estar pendiente de la dirección donde sabia estaban los tres Blacks.
— Asumo que tu hermana conoce las consecuencias de liberar a un hombre de una maldición de servidumbre — Severus murmuro mirando de reojo a Mione.
Hermione hizo una mueca y miro a Remus que los miro esperando una respuesta — Ella ahora lo hace, Orión le explico ya que Draco estaba horrorizado como para decirle — se rió entre dientes.
Remus murmuro su asentimiento, él apenas sabía mucho sobre el tipo de maldición que Orión Black tenia, Severus lo había puesto al día con las piezas de información faltante. — Entonces parece que Sirius y tu serán tía y sobrino — se rió ante lo raro que era aquello.
La cena transcurrió con calma, todos buscando como acercarse en una alianza de amistad y de ser posible, algo más que eso. Horas más tarde los Fontaine habían regresado a casa, él día había sido largo y lleno de muchas turbulentas emociones, todos estaban acostados deseando un minuto de paz ante la tormenta que se venía encima.
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La mañana llego dando paso al despertar de los hermanos que estaban sacudiendo los cimientos del mundo, su riqueza y poder era prueba suficiente de que las alianzas serían aceptables, nadie parecía dispuesto a estar del lado negativo de la noble familia de extranjeros.
Draco estaba tomando en una taza de café cuando Hermione se le unió a la mesa, ambos se veían cansados, pero fue la llegada de Eris que les hizo parecer frescos, Eris gruño y se dejó caer en una silla cercana.
— ¿Ves eso? — Draco pregunto a Mione, ella asintió — No debes imitarlo — bromeo moviéndose a tiempo evitando el manotazo de Eris.
Desayunaron entre burlas por la mala noche de todos.
— He pensado que necesito estudiar el mundo mágico, el ritmo actual me hace saber que hay muchos que han sido reclutados por temor a ser transformados por Greyback — Draco murmuro
Habían pasado horas desde el desayuno, estaban en el invernadero, necesitaban un inventario de lo que ya no servía y cultivar lo que necesitaban, habían muchos invernaderos útiles y unos cuantos inútiles.
— Suena un buen plan para mí, tenemos que comenzar a levantar nuestra propia facción — Eris contesto mientras revisaba un par de hojas de mandrágora para determinar su grado de madurez.
Hermione estaba con su overol jeans de pantaloncillos largos, sucios en la parte de sus rodillas, su camisa café iluminaba sus ojos dorados y su cabello haciéndolo lucir rubio oscuro, sus mejillas tenían un poco de suciedad debido a que estaba removiendo plantas que estaban dañadas.
— Yo creo que es momento para deshacernos de Greyback, sin él las fuerzas del sin nariz no ganaran la potencia que necesita. — Mione arranco un trozo de hierba con sus guantes.
Los mayores asintieron. — Entonces, Severus viene esta tarde — Draco cambio el tema mirando con diversión la forma de su hermana menor sonrojándose — tendrán su espacio, solo recuerdan que se supone tiene diez años, no hagan niños — bromeo.
Hermione lanzo la pequeña pala hacia su hermano mayor y enrojeció ante las carcajadas de ambos adultos, resoplo con disgusto por la sugerencia del sexo en un cuerpo tan pequeño, pero la situación en la que ella y Severus se encontraban validaba la broma.
— Deberías de estar preocupado por la reputación de Eris, no por la mía — Hermione bufo molesta — ella es la que tiene que acostarse con Orión para liberarlo — rodó los ojos.
Eris enrojeció y Draco se rió.
— No me preocupa Eris — Draco le guiño un ojo — Orión esta prendado de ella, tanto que está empujando su propuesta de matrimonio para cuando ella este lista de aceptarlo — se rió entre dientes al ver a ambas damas sorprendidas.
Las pálidas mejillas de Eris se sonrojaron de un rojo oscuro muy bonito y Draco supo porque Orión ya no podría escapar de las garras de su hermana, ella era la mujer que cualquier hombre inteligente añoraba, Orión no era la excepción, eran almas afines, aventureros, buscadores de la equidad y la paz, donde a Eris le faltaba a Orión le sobraba y viceversa.
— Entonces los Fontaine se unirán a los Black — Hermione molesto a su hermana.
Eris se rió entre dientes—Si puede seguirme el ritmo — se encogió de hombros
— Así como los Fontaine se unirán a los Prince — Draco le guiño el ojo juguetonamente.
Todos se rieron.
Ambas mujeres miraron con ojos entrecerrados al rubio y este se rió
— Yo me casaré fuera de Londres —aseguro — no planeo practicar endogamia, digo, la mitad del mundo mágicoes familia cercana, la otra mitad es la lejana — hizo una mueca de asco alpensar unirse con una prima.