La oportunidad de Snape para vivir realmente se presenta en el mismo momento de su muerte.
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˚￫Esta historia me pertenece, sin embargo, sus personajes así como los escenarios en los que se desarrolla son totalmente obra de...
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Sirius había sido el que ganó en el juego de piedra, papel o tijeras cuando los otros pelearon para ser los primeros obteniendo una varita, Garrick se había divertido con la bola de energía que era Sirius Orión Black, su padre se había reído de buena gana y su futura madrastra en lugar de ser severa como muchos creían era apropiado, lo felicito por ganar el juego.
Decir que él estaba decepcionado de que Lady Fontaine y Lord Prince Jr., no estuvieran con el resto de sus VIP era poco, pero entendía que ese par era especial, juntos harían cambiar al mundo sin siquiera proponérselo.
Él lo sabía, podía sentirlo en sus huesos.
Sirius fue el primero, Garrick tenía una idea de que varita sería adecuada para el tempestuoso muchacho, así que tomo una varita en una caja bellamente decorada que contenía una varita hecha de roble, 28 cm, con núcleo de fibra de corazón de dragón, flexible.
Sirius la tomo y camino al probador de varitas ajeno a la mirada de algunos niños que eran nacidos de muggle y otros sangres puras que estaban mirando el lugar recientemente abierto.
Este se paró justo en la línea negra que dividía la distancia prudente para probar la varita sin hacerse daño, junto a él un niño de cabellos negros rebelde y enormes lentes redondos con ojos oscuros estaba luchando tratando de mover algún objeto sin conocimiento de ningún hechizo.
Sirius sujeto la varita y la blandió en una perfecta floritura haciendo que los objetos se moviera dejando más que impresionados al muchacho y los señores que lo acompañaban ya que el joven Black había usado magia no verbal y había logrado su objetivo.
Sirius sonrió y Eris aplaudió su logró, abrazando y besando las mejillas coloradas del joven Black.
— ¿Cómo hiciste eso? — El niño de cabello negro y lentes preguntó impresionado y emocionado — ¿Puedes enseñarme? — pidió con ansiedad.
Sirius miró por primera vez al muchacho, claramente tenían la misma edad, miró a los señores que estaban con él y entendió que eran familia, asintió con timidez mirando a su nueva madre, Eris sonrió con cariño.
Ella ya había notado a los Potter.
— Uhm, solo tienes que hacer los movimientos perfectos — se rasco la nuca no sabiendo muy bien cómo explicarlo.
Sirius comenzó a enseñarle a mover la varita y rápidamente se dio cuenta que no era la varita adecuada para el ahora conocido James Potter, rápidamente probaron otras, esta vez Remus uniéndose a ellos en sus prácticas de tiro.
Remus probó tres varitas y se sentía abatido, Garrick había fruncido el ceño cuando la varita hecha de madera de Ciprés con núcleo de Pelo de Unicornio, inflexible de 27 cm no fue adecuada para el joven Lupin, él había casi jurado que esta era la correcta.
Remus bajo la cabeza, apesadumbrado, sus padres estaban animándolo a encontrar la suya, pero Eris fue distinta, ella se puso de cuclillas frente al joven Remus, colocó sus manos en los hombros del niño y le sonrió.
