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Severus suspiró, su cabeza martilleando de dolor, tenía la vaga sospecha de que era por todo, no sólo por las incontables veces que su cabeza rebotó en el suelo o su padre la presionó con sus sucias botas, había algo que golpeaba a su mente, eran ...

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Severus suspiró, su cabeza martilleando de dolor, tenía la vaga sospecha de que era por todo, no sólo por las incontables veces que su cabeza rebotó en el suelo o su padre la presionó con sus sucias botas, había algo que golpeaba a su mente, eran los recuerdos que atropellaban su mente.

¿Dónde estaba él?

Ah, sí, él estaba en un hospital muggle, su abusivo padre le había dado una gran paliza por lanzarle un libro gastado de su madre para tratar de defenderla, él había tenido miedo de que su padre la matará frente a sus ojos

Aquello abría sido su culpa.

Un gemido salió de sus labios, y sintió con rapidez la cálida mano femenina de su madre, ella tocaba su frente con cuidado.

Algunos recuerdos de este momento se presentaron desbordados en su mente, ella iba a pedirle perdón por la miserable vida que llevaban, pero una vez más no era su culpa, su maldito padre le había ocultado las cartas que durante años sus abuelos le enviaban.

Ellos nunca habían perdido la esperanza de que su única hija regresara a casa. Ellos nunca sabrían que tenían un nuevo heredero, y su madre nunca sabría que ellos la amaban mucho más de lo pensado.

Le habían dado tiempo para que su madre entendiera que ese muggle en particular no era bueno para ella, pero Eileen Prince era orgullo y terca, casi como ella...

¿Cómo se llamaba?

Iniciaba con H...

¿Hermione?

Sí, ese era su nombre, parecía que su muerte le estaba trayendo los recuerdos más dolorosos y valiosos que tenía, toda su vida estaba lentamente llegando, como gotas de la cañería averiada de su casa, era lento, constante y estaba creando un dolor insoportable.

— Severus — Eileen le llamo con tristeza.

Abrió sus ojos listo para enfrentarla, estaba harto de haber sido un niño con la infancia deshecha, horriblemente lamento el hecho de no nunca haberla besado, sus labios eran como dos copas de vino y miel, parecían dulces y prohibidas a la vez, se movió un poco, su cuerpo entero estaba pesado.

Una suave caricia en su brazo provocó escalofríos, los recuerdos de su muerte llegaron de golpe y sus venas ardieron con furiosa velocidad ante el recuerdo, gritó tan fuerte y desgarrador que su cuerpo tembló, nunca aún cuando había estado bajo la maldición cruciatus a expensas de Voldemort había sentido tanto dolor.

Su cuerpo se retorcía de dolor y sus gritos alertaron al personal médico muggle. Eileen trató de forma desesperada de controlarlo, entre un mar de lágrimas por ver a su hijo gritando de dolor.

Era su culpa y lo sabía.

Ella le había fallado a Severus.

Severus sintió su núcleo mágico estaba invertido y aquello podría matarlo.

Ꭱꭼꭰꭼɴꮯꮖꮻ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora