La oportunidad de Snape para vivir realmente se presenta en el mismo momento de su muerte.
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˚￫Esta historia me pertenece, sin embargo, sus personajes así como los escenarios en los que se desarrolla son totalmente obra de...
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NA: capítulo con alto contenido sexual, lenguaje vulgar y obsceno, por favor leer a discreción.
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Orión se acercó con el cuidado de un cazador a su presa, pero él nunca tuvo oportunidad contra ella, Eris era la verdadera cazadora en ese juego.
Eris unió sus labios a los de Orión, el beso fue lento, saboreando la boca del contrario, mordió el labio inferior de él y cuando esté le cedió su acceso al interior de su boca ella le dio fuerza a su lengua para recorrer su cavidad.
Orión nunca había sido besado más allá del sutil toque de los labios de ella, pero esto era diferente, su corazón bombeaba con fuerza y el deseo en su interior crecía, colocó sus manos en la delgada cintura de ella y la atrajo hacia su cuerpo, ambos soltaron un gemido cuando su pene rozó su vulva.
Sus lenguas se encontraron, se acariciaron y se batieron en duelo. Los dientes chocaron. El aliento jadeaba. La boca de Eris era caliente, húmeda y dulce, era todo lo que Orión podía hacer para estabilizar su errática mente llena del deseo ardiente por tomarla y poseerla por completo.
Las manos de Eris acariciaron la piel suave, la sutil curva que era la parte baja de la espalda, las crestas de las costillas, el hueco de la clavícula. Inclinó la cabeza, lamiendo y saboreando a lo largo de esa larga garganta, mordisqueando el lóbulo de una oreja, chupando en la unión del cuello y el hombro. Luego bajó aún más, hasta los rosados y sensibles pezones, deleitándose con los sorprendidos jadeos y gemidos que Orión emitía.
Sin embargo, Eris seguía volviendo a la boca del Black. No tenía suficiente. Nunca había conocido a Orión así; flexible, inmerso, tembloroso.
Era extrañamente embriagador para ella.
Tratando de mantener la calma, ante el deseo creciente y el extraño tirón en su pecho, Eris cayó de rodillas, sentándose sobre sus pantorrillas y abriendo un poco las piernas. Ella mira hacia arriba, mostrando su cuello largo y delgado. Traga para hacer efecto y la respiración de Orión se acelera.
El hermoso hombre mira a Eris con una expresión hambrienta, una que dice mucho más de lo que podría expresarse con palabras.
Eris toma aire y envuelve sus manos alrededor de la polla de él, sus manos se mueven a un ritmo lento mientras la cascada artificial cae sobre el resto de su cuerpo dándole un aspecto similar al de una hermosa sirena. Orión acaricia el rostro de ella con dulzura y Eris le regala una hermosa sonrisa, acomoda la punta de su polla en su lengua y cierra sus labios y deja caer sus ojos al suelo.
Orión aprieta la mandíbula ante la sensación aterciopelada de la boca de su hermosa mujer sobre su polla — Oye — su voz es ronca por el deseo — ojos arriba, Mírame — le pide con voz de mando.
Eris se estremece de placer despertando el deseo de ser sometida por primera vez en su vida. Ella asiente inclinando su cabeza hacia arriba suavemente hasta que los jodidos ojos bonitos de ella miran directamente a los hermosos ojos de plata de Orión.
