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El trío de hermanos estaban divirtiéndose fuera de los invernaderos principales, sus juegos los habían llevado a ensuciarse, así fue como Severus y Orión los encontraron, ambos hombres habían decidido visitar juntos a los Fontaine, Severus miro a ...

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El trío de hermanos estaban divirtiéndose fuera de los invernaderos principales, sus juegos los habían llevado a ensuciarse, así fue como Severus y Orión los encontraron, ambos hombres habían decidido visitar juntos a los Fontaine, Severus miro a su hermosa castaña riendo mientras era cargada por Draco y giraba con ella, Eris estaba riendo claramente derribada de la misma forma en la que Hermione estaba siendo derribada.

Draco se paró firme y sonrió con burla — Les gane — soltó con altivez.

— ¡Eso fue trampa! — Eris acuso.

Hermione asintió — No sé cómo lo hiciste, pero es trampa — se rió sacando la lengua.

Draco tomo una postura y expuso sus brazos, sus músculos se contrajeron demostrando lo fuerte que era.— Severus y Orión tienen que ser el doble de fuertes, el triple de poderosos y cuatro o cinco veces más rápidos que yo si piensan que les dejare cortejarlas — aseguro con seriedad.

Él ya sabía que tenían público así que lo dijo adrede.

— Parece un reto justo — Orión sonrió mirando con anhelo a Eris.

Eris sonrió con calma.

Severus miraba con disgusto a su ahijado, al menos ya había empezado sus ejercicios de resistencia, necesitaba ponerse al día con su cuerpo para por ejercer su poder de forma adecuada, ya que a mayor resistencia mayor era la capacidad de la magia.

— Acepto el resto — Severus sonrió guiñándole un ojo a Mione.

Hermione se disculpó y corrió hacia dentro a prepararse de forma adecuada para Severus. Eris la imito y se marchó dejando atrás la mirada grisácea de Orión que tantos revoltijos de emociones provocaba en ella.

Draco se encogió de hombros e invito a ambos hombres a la cúpula en el jardín donde una mesa bien arreglada y acondicionada los esperaba con bocadillos, mientras caminaban su cuerpo comenzó a limpiarse de los rastros de suciedad dejando a Orión sorprendido y a Severus curioso por la obviaba capacidad de magia no verbal y sin varita que mostraba el rubio.

— Caballeros, espero que sean conscientes de que mis hermanas lo son todo para mí, si alguna vez alguno la lastima lo castraré, una lagrima de dolor que le provoquen y despídanse de su magia — se sentó, cruzando las piernas mirándolos con aire imponente.

Severus alzo su ceja derecha y sonrió — Hermione es mi mundo — le aseguro.

— Nuestro — Draco corrigió — ella es mía para cuidar como su guardián y hermano mayor — entrecerró los ojos — si ella decide quedarse contigo eso no es impedimento para que yo mismo me encargue de asegurarme que ella es feliz y la cuidas como la diosa que es — acuso a su padrino quien rodó los ojos.

Orión se puso nervioso, la forma en la que Severus había dicho aquello a tan corta edad no le resto el peso de sus palabras, de hecho pareció convencido de que la Fontaine menor era suya para amar y proteger. — Mis intenciones son sinceras, deseo establecerme con ella, no solo por el hecho de su ayuda hacia mi persona, sino porque la considero una mujer interesante, inteligente y hermosa — su voz de barítono era claro y estaba en calma

Draco se rió — Les juro que ninguno de los dos sabe que será torturado hasta la locura — murmuro y se levantó cuando miro a sus hermanas acercarse.

Eris era alta, con un cuerpo curvilíneo, tenía piernas firmes y largas con un bonito trasero en forma de corazón que hacía a cualquier hombre seguir su camino en retirada, sus años de correr por su vida le habían ayudado a su figura, su estrecha cintura y sus senos medianos eran adecuados para darle la satisfacción del cuerpo soñado, sus brazos eran delgados, con ligeros músculos a causa de sus muchos años cargando cosas importantes, su piel era blanca sin alguna cicatriz que documentara el infierno por el que habían pasado y sus rizos antes indómitos ahora caían suaves y manejables sobre sus hombros de un hermoso color castaño claro, sus ojos marrones y pestañas alargadas eran acompañados de los hermosos rasgos de la joven.

Pero eso no fue lo que mato a Orión cuando la vio, quizás solo fue uno de los factores para sentir retumbar su corazón, pero la razón real tras su nerviosismo fue el ver como la hermosa dama llevaba pantaloncillos cortos que llegaban a la mitad de sus muslos, exponiendo su piel cremosa, su blusa era de mangas cortas con un escote no tan pronunciado, pero su vista era gloriosa, en su muñeca derecha llevaba un brazalete en forma de dragón enrollado.

— Cierren la boca — Draco se rió mirando de Orión a Severus que se habían puesto de pies ante las diosas que descendían del olimpo.

Severus miraba maravillado a Mione quien llevaba un overol jeans color negros de pantaloncillos cortos, su camisa era roja, su piel era blanca y cremosa, él sonrió al no encontrar un sólo rasguño en ella, la melenita castaña estaba húmeda, pero caía larga y sedosamente sobre sus hombros.

Draco se escabullo buscando su propio tiempo de baño, mientras ambas parejas se cuidaban una a la otra.

Eris le sonrió a Orión y este trago visiblemente, ella siguió el movimiento de la manzana de adán y se preguntó si morderlo sería igual de agradable que verlo moverse.

Severus tosió ante la tensión sexual que salía de los adultos y rodó los ojos cuando ambos parecieron avergonzados. — Mione y yo estaremos en el laberinto ya que ustedes podrían hacer cosas indebidas — se burló.

Hermione soltó sus propias risitas divertida por la mortificación de ambos adultos y camino con Severus escoltándola hasta el laberinto lateral de la casa, está era su oportunidad de hablar; una vez encontraron una banca y estuvieron cómodos con la idea de no ser escuchados se miraron.

— Te extrañe tanto — Severus fue quien rompió el silencio acariciando la mejilla de la niña

Hermione sonrió moviéndose gustosa buscando su caricia, parecía una gatita ronroneando. — También te extrañe — suspiro y miró a su amor — estaba asustada cuando desperté y no estabas en ningún lado — Severus la abrazo y ella escondió su rostro en el cuello de él — Eris y Draco me explicaron que estaba en una dimensión diferente, entonces tuve miedo de nunca volver a verte — sollozo.

Severus sentía un nudo en la garganta, sabiendo que ella había sacrificado todo por la oportunidad de estar juntos y de pensar en nunca tenerla fue desgarrador.

— Trabajamos juntos para encontrarte — susurro — pensé que moriría sin verte — sollozo y el agarre de Severus se apretó en su cuerpo —, pero entendí que tenía que ir a esa dimensión por ellos, yo era la única que podía rescatarlos del infierno en el que vivían — murmuro separándose un poco de él para verlo — ellos son todo lo que tengo, Sev — murmuro — tú y ellos lo son todo para mí — sus lágrimas caían por sus mejillas.

Severus limpio sus lágrimas y beso sus mejillas por cada lagrima que limpiaba. — Me sentía perdido y a la deriva sin ti — acepto por primera vez desde que había regresado al pasado — lo único que anhelaba era tenerte en mi vida — sus ojos estaban llenos de lágrimas propias — agradezco a los dioses por traerte a mi vida una vez más — beso su nariz — y ahora que te tengo te protegeré con mi vida y me asegurare de amarte en esta vida y en las siguientes. — beso sus labios.

Severus y Hermione se quedaron un rato másabrazados hablando de todos los cambios que habían comenzado a hacer y susplanes a futuro, Hogwarts era una opción necesaria para ambos ahora quese tenían serían imbatibles. Juntos una vez más contra el mundo. 

Ꭱꭼꭰꭼɴꮯꮖꮻ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora