TaeHyun, JungKook, MinHo, YeonJun, BangChan, HyunJin y TaeHyung son los idols Alfas, mundialmente, más populares de su empresa BH en Corea del Sur. Todos pertenecen al, nombrado por los fans de los siete, "el séptimo cielo" y son perseguidos por cie...
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El pequeño Omega pre-adolescente, de cabello negro lacio y flequillo tupido, estaba disfrutando su almuerzo en el comedor del instituto al que hacía escasos dos meses había ingresado. Había hecho amigos enseguida y los adoraba, por suerte siempre había sido un chico muy sociable. También se llevaba bien con muchos compañeros Alfas, pero, tanto Omegas o Alfas, eran pertenecientes a su salón de clases. Por suerte o por desgracia no habían clases compartidas con los de su mismo curso en el primer año de instituto.
El Omega escuchaba a una de sus amigas discutir sobre quién era más guapo, si el actor principal del dorama del momento o G-Dragon de BigBang, mientras degustaba unas galletas que había preparado con su madre la tarde anterior junto a un zumo de frutas casero con leche.
Todo estaba en paz, no quería participar pues realmente nunca en su corta vida había visto a un chico, adolescente o hombre que cautivara su atención. Sabía quién le parecía guapo y quién no, pero nunca había sentido esas denominadas mariposas, ni su lobo se volvía loco, ni sus pensamientos eran abordados cada segundo por alguien.
Hasta ese momento, ese maldito momento, en que un golpe seco se escuchó por toda la cafetería y todos miraron al fondo de esta. En una mesa habían varios compañeros de su clase junto a otros que desconocía aunque quería creer que le sonaban de los pasillos de su curso. Entre ese grupo de Alfas uno había caído de su silla hacia atrás golpeando el suelo estrepitosamente y haciendo sonido que silenciara la cafetería.
Aquel Alfa en el suelo, a diferencia de lo que pensaron muchos que haría, comenzó a reír. Era una risa tan estúpida, tan irritante, escandalosa, aguda, parecía que el chico se ahogaría en cualquier momento. Eran agudas carcajadas en gritos que terminaban con la sensación de que se estaba ahogando.
El portador de la risa se levantó y todos volvieron a sus conversaciones menos Lee Felix, que observó al ser más bello del mundo. Hombros anchos, figura grande, pelo lacio y grueso, labios rosados, rostro redondo y ojos adorables cubiertos por una estrechas gafas de montura de metal.
-Chris BangChan, de la clase de al lado siempre ríe cual foca retrasada. -Habló una de sus amigos, él rápidamente lo encaró.
-No le digas eso. -Por primera vez Felix había mostrado su ceño fruncido y era defendiendo al Alfa que había causado esas primeras mariposas en su estómago, el que había hecho a su Omega alzad las oreja su el hocico y el cual era perteneciente del nombre que se repetía con eco constante en su mente: Chris BangChan.
