TaeHyun, JungKook, MinHo, YeonJun, BangChan, HyunJin y TaeHyung son los idols Alfas, mundialmente, más populares de su empresa BH en Corea del Sur. Todos pertenecen al, nombrado por los fans de los siete, "el séptimo cielo" y son perseguidos por cie...
Los dos más mayores de los cuatro presentes en aquella limpia, ordenada y moderna sala hablaban y hablaban entre ellos con una mezcla de profesionalidad y cercanía propia de cualquier vendedor o Mánager interesado en llevar a cabo un contrato. Sin embargo, los dos más jóvenes, mantenían sus cabezas gachas, con sus ojos escondidos bajo sus flequillos, sus mejillas sonrojadas mientras jugaban con sus dedos nerviosos.
JeongIn, la estrella del momento en el mundo de la actuación, nunca se había sentido tan cohibido como en aquella sala bajo las frases que rondaban en el aire en las que su nombre y el de su crush circulaban tranquilos.
HyunJin, el Maknae del séptimo cielo, aceptaba que era tímido e incluso cohibido con los Omegas. Pero es que, aquel chico tan solo un año menor que él, lo tenía mal. Muy mal.
Ambos estaban enamorados de la belleza, la hermosura, la figura, el rostro perfecto, la risa, la sonrisa y la voz que habían podido ver del otro en vídeos. Aquello les había llevado a soñar con ilusiones sobre una vida idílica con él otro y, ahora que tenían la posibilidad de conocerse en persona, tan solo no podían hacerlo y se quedaban callados. Había un miedo irracional entre el enamorarse del verdadero ser en ellos, del alma, y el miedo a desilusionarse y romper el esquema idílico que se habían creado del contrario.
-Mánager de In: Bien, entonces aceptamos tres días y dos noches que es el mínimo que exige el programa. Y me parece bien que máximo sean dos perros y un gato. -Ambos mayores asienten convencidos. -Pero, supongo que pensarás igual, exigiremos al programa que duerman en habitaciones separadas.
-Mánager de HyunJin: Obviamente. Confío en mi chico y no es esa clase de Alfa, pero habrán cámaras y no hay que dar de qué hablar. -Ambos se sonríen y se ponen en pie llamando la atención de ambos jóvenes.
Bajo su atenta mirada, mientras se ponen en pie también, los mayores sellan el trato estrechando sus manos. Acto seguido se las ofrecen a los clientes contrarios y finalmente solo quedan ellos dos mirándose profundo con ese ligero sonrojo en las mejillas pálidas. Ojos brillantes estrechando sus manos temblorosas por saber lo que se avecina.
Tres días bajo los focos ocultos de cámaras con su mayor Crush.
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🧡🧡🧡
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