Séptimo cielo ⁓ TaeGyu KookMin MinSung YeonBin ChanLix HyunIn TaeJin

III~Narrado

Al MinHo le temblaban las piernas, se sentía de nuevo tan ridículo. ¿Por qué Jisung puede hacerle sentir ridículo? Miró sus manos sobre la mesa del restaurante y se entretuvo girando y recolocando su variedad de anillos en sus dedos hasta que el ligero taconeo de unos zapatos resonó con su aproximación.

-Jisung: ¡Hola! -La energía innegable del Omega le hace sonreír mostrando ambas filas de sus dientes. Algo robótico se pone en pie para hacer una ligera reverencia a modo de saludo, Jisung lo copia antes de sentarse frente a él. -No sabía si aceptarías verme. Sé que puede ser algo raro.

-MinHo: No, está bien. -La sonrisa imborrable de su rostro. -Confío en Jimin. Si él confía en ti, yo también. -La boina ladeada de color negro ocultaba parcialmente su rostro, pero aún así MinHo sabía que era precioso. -Y... ¿Para qué querías verme?

-Jisung: ¡Oh, cierto! -Siendo algo torpe descuelga su gran bolso blanco de su hombro y lo coloca sobre sus piernas revisando en su interior.

El bailarín y cantante puede observar como las cejas del Omega se fruncen, como sus labios se arrugan y como sus ojos fijan su vista molestos hacia el interior de su gran bolso mientras sigue rebuscando. Tras lo que le ha parecido una intensa búsqueda levanta su rostro de nuevo hacia él abultando en demasía su labio inferior antes de murmurar con sus mejillas hinchadas palabras incoherentes y fingir un llanto dramático de bebé.

Y ocurre la magia, de nuevo, pues MinHo vuelve a reír tras soltar una alta y aguda carcajada adorando de esa manera la actitud del menor. Para él es obvio que buscaba algo que mostrarle, pero que ha debido olvidado en su casa. Todavía con una risa leve y la mirada frustrada del menor, pero sonriendo levemente por la risa del contrario, ve una pequeña bolsa de cartón colgando del respaldo de la silla donde descansa. Con un gesto de cabeza y de su mano derecha la señala, Jisung tuerce su cuello curioso para verla.

-Jisung: ¡Oh, joder! -Grita girándose con un gesto de sorpresa tan expresivo y tierno que le hace volver a reír. Jisung rompe también en carcajadas sonrojándose mientras sujeta la bolsa entre sus manos. -No te rías de mi torpeza. -Se queja sin dejar de reír él mismo.

-MinHo: No puedo evitarlo. ¿Eres así siempre? -Lo inquiere tratando de apaciguar su risa.

-Jisung: Soy muy nervioso y despistado. -Mientras habla cambia de posiciones su bolso con la bolsa. -La gente dice que soy muy amargado y serio, pero es que cuando estoy concentrado estoy cien por cien en ello. En mi cabeza no hay nada más. Entonces, cuando simplemente puedo relajarme, toda la torpeza y el despiste viene junto como un huracán. -Una mueca ladeada detiene completamente las sonrisas.

-MinHo: Te entiendo perfectamente. -Lo anima siendo sincero. -Las personas se quedan muchas veces con lo que ven a primera vista y no tratan de ver bajo la superficie. -Un pequeño silencio se implanta entre ellos, el que tratan de romper mientras le tiende la bolsa.

-Jisung: Es para ti. Dijiste que te gustaba. -El idol busca en su interior viendo una tela negra en el fondo, la saca y comienza a desdoblarla. -Como me tuve que quedar con tu camiseta pensé regalarte una.

-MinHo: No tendrías que... -Las palabras no terminaron de salir de su boca cuando se queda leyendo la frase que le costó entender en inglés aquel día que derramó café sobre la camiseta del Omega, pero que ahora estaban escritas en coreano haciéndolo sonreír. "1º un café, 2º espera a que me salgan las palabras y 3º... mejor déjame seguir durmiendo."

-Jisung: No me ha costado mucho hacerla. Es uno de mis diseños, así que solo he tenido que coger la camiseta que me prestaste, lavarla y pegarle el impreso.

-MinHo: Cierto, eres diseñador. Me lo dijo Jimin. -Sonríe de nuevo hacia la camiseta antes de meterla de nuevo en la bolsa y dirigir ahora su mirada a él, al cual, escanea de arriba abajo. Obviamente tiene estilo, obviamente tras ver su Instagram es obvio que lo tiene. -¿Es difícil hacerse notar en el ámbito de la moda en las redes?

-X: ¿Qué van a querer tomar? -Ambos miran al chico que acaba de colocarse junto a ellos.

-Jisung: Un café con leche, más café que leche y doble de sacarina; por favor. -Y ahí puede ver MinHo a lo que se refería cuando hablaba sobre su seriedad. Es absurdo, pero se ha forzado en dirigirse al chico para ordenar su pedido y su semblante se ha vuelto impasible haciendo reflejar un enfado que sabe que no está en él.

-X: ¿Y tú, MinHo? -Pregunta el camarero. -¿Lo de siempre? -Este asiente y en cuestión de segundos vuelven a quedar solos.

-Jisung: Pues volviendo a tu pregunta. -Habla dejando caer sus manos sobre la mesa haciendo sonar su variedad de pulseras. -No fue sencillo, pero supongo que ser único en algo hizo muchísimo. -La ceja derecha del Alfa se eleva queriendo indagar en esa diferencia única. -No solo vender mis diseños, sino conjuntos de otras marcas y, lo más destacable de mí, solo hago conjuntos en blanco y negro. Lo mío es amor por el blanco y el negro. -Y esa estúpida ultima frase, frase absurda y sin real importancia, hace que el corazón de MinHo dé tal bote en su pecho que suspira entrecortado terminando en una sonrisa grande. -Pero acepté una apuesta y mírame aquí, en Corea, llevándola acabo.

-MinHo: ¿Qué apuesta? -Pregunta apretando sus labios curioso. -Un momento, ¿no eres de Corea? -La confusión invade sus facciones y Jisung ríe echando su cabeza hacia atrás. Al instante él se une a su escandalosa risa aguda y adorable.

-Jisung: Creía que te lo había dicho el otro día. Mis padres lo son, yo soy estadounidense. He venido tan solo porque tengo un conocido en Corea que adora mis diseños personales, pero dice tener un amor/odio con el blanco y el negro. -Hace un ademan con su mano y gestos oculares que reflejan un claro "no tiene ni idea". -Y me pidió que hiciera un par de conjuntos para Omegas y un par para Alfas coloridos. -MinHo arruga su nariz con desagrado dramáticamente fingido para Jisung, este vuelve a reír levemente. -Si lo hago me hará una entrevista, es periodista. Si no lo hago debería dejar que él escoja mi ropa por una semana.

La cara de miedo, terror, en Jisung vuelve a hacer que sus risas acopladas inunden el local. Ni la presencia del camarero dejando sus ordenes en la mesa puede hacer que callen. La torpeza del Omega relajado haciendo que sus cafés tambaleen en la mesa al golpearla con su rodilla y derramando parte de ellos sobre la superficie creando más carcajadas incontrolables. Risas bonitas, acompasadas, creando melodía.