Había sido el noveno en ser llamado, honrado luego de mi compañero Kim Seokjin.Desearía exiliar en lo más profundo de mi ser, en aquel cofre de memorias desterradas, la sensación de humillación que me invadió al estar frente al profesor Min sin nada que presentar.
El alumno estrella. Por primera vez en su vida.
—¿Qué dijo, joven Park? No lo he oído bien —el profesor Min se cruzó de piernas, girando su silla hacia mí.
Parecía hacerlo a propósito. Mirarme atento, brindándome todo su tiempo con aquel gesto. Y sentí que de alguna forma no merecía estar de pie frente a él, que podría ver a través de mi alma, tal vez notaría que mis ojos estaban cubiertos de una capa de agua que los hacía brillar un poco más de lo usual.
—Lo siento. Yo... —titubeé temeroso.
¿Podría verlo únicamente con sus ojos negros? Como un ligero atisbo, Min descubriría lo que había en mi interior. Notas, notas y pentagramas desarmados, yo nadaba con el rumbo perdido en todo ello y me sentía como un buceador sin oxígeno. Incluso tras verme de ese modo, el profesor Min no ablandó su semblante. Volvió a girar su silla y tomó la planilla entre manos, sin otorgarme la mirada en nueva cuenta.
—Por favor, regrese a su asiento —demandó.
No me vi capaz de rebatir en lo absoluto. Esbocé una venia, incluso aunque no fuera observado y oí al próximo alumno ser llamado inmediatamente. Sentí que en cualquier momento lloraría, el tiempo avanzaba ingenuamente lento y las palpitaciones de mi corazón me dolían a cada segundo.
Estaba humillado y avergonzado de mí mismo. Yo, que siempre cuidé mi reputación más que a nada en el mundo, había saboreado por primera vez la impotencia y la frustración. Fue al finalizar con el último alumno que lo supe.
Todos habían entregado algo menos yo. Y nunca deseé tanto atrasar el tiempo, y nunca odié tanto el piano como ahora que era yo el único que se detestaba.
En el aula mayor otra vez fuimos sólo los dos. El aire se sentía escaso y mi cuerpo entero temblaba como gelatina.
—Acerque su silla a mi escritorio —pidió el profesor Min sin mirarme, concentrado en ordenar algunas carpetas.
Obedecí, llevando la silla hasta enfrentarla con la suya. Pronto únicamente el escritorio nos separaba y el profesor Min cruzó sus finas piernas lentamente.
—Creo que lo sabe, pero se lo diré de todos modos. Usted fue el único de los cincuenta alumnos en mi cátedra a cargo que no entregó ningún avance —fue directo al grano, escribía algo en una hoja cuando finalmente subió su mirada para acecharme a través de los lentes—. ¿Qué debo pensar acerca de usted?
Sentí que el tiempo se detuvo cuando los ojos oscuros del profesor Min me escrutaron a fondo. El vidrio de los lentes no fue suficiente para que el efecto aminorara. En realidad, no había desaparecido en lo absoluto, esa sensación de convertirme en una pobre hoja del otoño aplastada por sus zapatos de tacón; machacada, inútil, inservible.
Sólo pude atrapar mi lengua entre dientes, intranquilo, evitando mirar cualquier cosa que me remitiera a él, quien contrario a mí engrandecía a cada segundo.Para variar, mi atención fue hacia las manos pálidas que yacían entrelazadas calmamente justo sobre el escritorio. Tenía un anillo plateado en el dedo anular izquierdo.
El señor Min estaba comprometido.
Ladeé la cabeza, sabía que realmente mis pensamientos eran un desastre ahora.
—Lo siento. Ni siquiera yo me conozco ahora... —confesé, pues era lo más cercano a mi estado efectivo—. Me enojé con usted por lo sucedido la anterior clase y entonces no logré hacer su trabajo. Lo siento. Soy un niño caprichoso más al final.
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Song Request (Y.M)
FanfictionMin Yoongi es profesor de música y en secreto, cambiaformas de gato. Park Jimin es el alumno estrella de Teoría Musical I con un don para el canto. Diez años de diferencia los separan y rebalsan los límites de lo prohibido. Tal vez Jimin tiende a c...