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Escuchamos la puerta y al hablar el Padre, vimos a la hermana María. 

María.- Lamento la demora Padre - se disculpó 

Jimin.- No pasa nada hermana - le sonrió - ¿Todo bien?

María.- Si padre - respondió y asintió su cabeza

Jimin.- Me alegra escuchar eso - sonrió levemente 

María.- Si me permite Padre pero llevaré a ____ a su habitación - le dijo tranquila 

Me levanté y me despedí del Padre, pude ver una sonrisa en su rostro. La puerta se cerró y seguí a la hermana; nuevamente entramos al pasillo pero caminamos en otra dirección.

María.- Aquí es diferente - me dijo - Las habitaciones tienen una distancia de cinco metros para tener mayor privacidad

Entiendo - dije 

Miré las habitaciones y son pequeñas y al llegar a la habitación donde dormiría. La hermana abrió la puerta y me dejó entrar primero, seguido ella; miré dentro y solo hay una cama, un mueble, una silla de madera y el baño.

María.- Es pequeña pero puedes decorarla como te guste pequeña - dijo a mis espaldas

Es linda - giré a verla 

María.- Te dejaré desempacar y más tardé vendré por ti a la hora de la cena - dijo tranquila

Asentí mi cabeza y ella salió de la habitación, miré mis cosas y comencé acomodarlas. No tardé mucho en terminar, abrí la pequeña ventana que hay en mi habitación y pude ver una vista hermosa en el cielo. 

Sonreí y al mirar alrededor pude ver algo que me desconcertó demasiado. Es una chica pero que esta arrodillada pero que estaba haciendo algo que no entendía, podía ver sus movimientos rápidos.

No entiendo - me dije a mi misma 

Seguí mirando por unos minutos pero ella se levantó y con uno de sus pulgares tocó sus labios y después sonrió. Cerré las cortinas, esta muy mal que este espiando algo. Seguro esta orando, me cambié por algo cómodo y esperé a que la hermana María viniera por mi.

Más tardé escuché la puerta tocar y me levanté de la cama para abrir la perilla de la puerta. Vi a la hermana sonreírme mientras que yo la miré tranquila.

María.- Vamos pequeña - me dijo - Ya es hora de cenar

Asentí mi cabeza y salí de la habitación para después seguirla. Debo memorizar cada rincón de la escuela para no depender de la hermana; entramos por una puerta de color café y fue ahí cuando miré a todos los compañeros y compañeras. Todos comían y hablaban sin hacer tanto ruido.

Al entrar a la cafetería pude ver como todos me observaron y me sentí un poco nerviosa ante eso. 

María.- Toma asiento aquí pequeña - giró a verme 

Hay una mesa al frente donde esta la cocina e hice caso a lo que ella me pidió. Pude ver a dos chicas sentadas mientras comían. Sonreí y ellas me devolvieron el gestó pero me percate que una de ellas, es la misma que observé hace rato por la ventana.


PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora