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Hoseok.- Vamos - me ordenó 

Salí de mi habitación y cerré con cuidado la puerta, seguí sus pasos detrás de él, miré hacía los lados y mis demás compañeras ya se encontraban en sus habitaciones, durmiendo mientras que yo caminaba a su oficina. 

Las palabras de Jiyu sonaban por mi cabeza, jugaba con mis manos, caminamos por el oscuro pasillo. Antes de llegar a su oficina saludamos a unas hermanas, ella se despidieron y caminaron a sus habitaciones. 

Detuvo sus pasos y yo igual, tocó una vez la puerta y la abrió. Me dejó pasar primero, al entrar pude verlo recargado en su escritorio, dos de sus dedos sostenía un cigarrillo. ¿No se supone que eso es pecado?, lo miré sorprendida.

El humo del cigarrillo salía de sus labios, de una manera de no se como explicarlo.

Jimin.- Gracias Hoseok - le dijo - Ya puedes irte

Hoseok.- De nada - sonrió

Lo miré y solo sonrió de lado, salió de su oficina cerrando con seguro, regresé mi mirada hacía el padre y no quitaba su mirada sobre mi; terminó de fumar y tiró la coletilla del cigarrillo al suelo y caminó a mi.

En estos momentos no esta usando su ropa de padre, esta usando una camisa de manga corta pero me sorprendí demasiado al ver los pequeños tatuajes en sus brazos.

Jimin.- Me enteré que no entraste a tus últimas clases - se paró frente a mi - ¿Puedo saber el motivo por el cual no entraste?

Mis manos comenzaron a sudar.

P- porqué me golpeé - respondí tartamudeando

Jimin.- ¿Si sabes que es un pecado mentir verdad? - preguntó seriamente - Jiyu me contó lo que te dijo

Antes de que hablará, tomó mi muñeca y jaló con algo de fuerza, se sentó primero y con la fuerza que tiene él, me acostó en sus piernas. Mi rostro golpeó contra uno de los asientos del sofá.

P- padre - hablé nerviosa

Jimin.- ¿Cómo se llama el padre que te enseñó los mandamientos? - me preguntó

Sentí un golpe en mi trasero, jadee.

Jimin.- No te escuchó - habló

Padre Seung - respondí rápidamente

Jimin.- Te preguntaré los diez mandamientos y quiero escucharlo de tu boda - me dijo

Bajo mi ropa interior y mi corazón comenzó a latir con mayor intensidad.

Jimin.- Primer mandamiento - dijo

Amarás a dios sobre todas las cosas - respondí nerviosa

Sus dedos acariciaron mi zona íntima, me estremecí.

Jimin.- Segundo mandamiento - dijo

No tomarás el nombre de dios en vano - dije

Jimin.- Tercer mandamiento - habló

Santificaras las fiestas - respondí 

Sentí algo entrar en mi, gemí y quise levantarme pero él me lo impidió.

Jimin.- No hemos terminado - dijo secamente  - Cuarto mandamiento

Honrarás a tu padre y a tu madre - respondí agitada

Jimin.- Estas mojada - dijo - Quinto mandamiento

N- no m- matarás - gemí

Sus movimientos comenzaron a hacerse rápidos, mis manos apretaron la tela de su pantalón de seda.

Jimin.- Sexto mandamiento - dijo

No cometerás actos impuros - hablé

Entraba y salía, mis gemidos comenzaron a salir de mi boca.

Jimin.- Sigue así - dijo con la voz ronca - Séptimo mandamiento

No robarás - dije

Se escuchaba ruido, mordía mis labios, él seguía con ese ritmo.

Jimin.- Octavo mandamiento - habló

No darás falso testimonio ni mentiras - respondí

Jimin.- Hmp - dijo - Y es lo primero que haces muñeca

Golpeo mi trasero y el ritmo aumento con mayor intensidad, mis gemidos se hicieron más fuertes. Se movía dentro de mi, las gotas de sudor caían de mi rostro.

Jimin.- Noveno mandamiento - dijo

No consentirás pensamientos ni deseos impuros - dije

Jimin.- Décimo mandamiento - ordenó

No codiciarás los bienes ajenos - respondí 

Mis piernas temblaron en la última, mi respiración esta acelerada.

Me bajo al suelo, su intensa mirada esta sobre mi, se levantó y desabrochó su cinturón, bajo su ropa interior y lo miré sorprendida.

Jimin.- Harás lo que yo te diga - acarició mi mejilla - Abre la boca



PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora