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Sus manos sujetaron mi cadera, mi corazón comenzó acelerarse, sus dedos presionaron mi piel mientras que los dos seguimos besándonos.

Jimin.- Tus labios son tan dulces - habló entre besos 

No respondí, se separó de mi y comenzó a besar mi cuello mientras que yo soltaba pequeños jadeos, cerré mis ojos ante la sensación de sus labios en mi cuello.

Jimin.- Mírame - ordenó 

Abrí mis ojos y los dos hicimos contacto visual, su penetrante mirada esta sobre de mi, era imposible desviar la mirada, era meterme en problemas y ya lo entendí esa vez. Sus fuertes brazos me cargaron, me agité ante su rápida acción y me llevó a su sofá.

Me depositó con sumo cuidado, al estar sentada lo miré agitada, su mano derecha la llevó a su camisa y comenzó a desabrochar los botones con lentitud, podía sentirme rara, en mi intimidad. Se quitó su camisa y lo miré sorprendida pero a la vez ruborizada, él notó eso y soltó una pequeña risa.

Jimin.- No deberías sentirte así - dijo - Me verás la mayoría del tiempo así pequeña 

Se acercó a mi y mordió mi labio, se separó y comenzó a quitarme mi ropa, no me opuse, dejé que él lo hiciera, la sensación de tener sus manos sobre mi cuerpo me gustaba, su tacto es delicado pero a la vez ardiente, lo sentía en mi corazón y en mi intimidad. 

Sus manos deslizaron ante mi intimidad y me sonroje, me estremecí y me moví bruscamente. Él sonrió pero sus manos bajaron mis bragas y me las quitó, estaba completamente desnuda ante él, su mirada esta penetrante, se acercó a mi y lo miré avergonzada.

Jimin.- Es hora de jugar - me dijo - ¿Estás lista?

Asentí mi cabeza, sus manos fueron a mis pechos y comenzó a masajear mientras que yo me movía, mis mejillas están demasiado rojas.

Se agacho y se acercó, tomó esa cosa rosa, lo encendió y se escuchó el sonido, tragué duro y el recuerdo de ese hombre de la tienda apareció, recordé sus palabras. Pude sentir su respiración muy cerca mío y su lengua comenzó a moverse en mi intimidad.

Ah. Ah... - me estremecí 

Jimin.- ¿Te gusta? - preguntó 

No respondí, mordí mi labio, la sensación es buena que no podía hablar.

Jimin.- No me convences - dijo - ¿Te gusta?

Su lengua recorría cada parte, las gotas de sudor comenzaban a caer en mi frente, intenté levantarme pero su mano me impidió levantarme, mi respiración comenzaba agitarse y cuando nuestras miradas se conectaron, él me mira tranquilo mientras que yo estoy en un mar de emociones.

Jimin.- Lo tomaré como un si - sonrió entre dientes - Ahora vamos a jugar 

Esa cosa fue a mi abdomen y sentí cosquillas, reí levemente por esa sensación, luce tranquilo pero poco a poco bajo hasta llegar a mi intimidad, la punta llego a mi labio y me estremecí demasiado.

Jimin.- Eso es - habló tranquilo - Disfrútalo nena 

La sensación es diferente, pensé que daría cosquillas pero no fue el caso. Es totalmente placentero, mi estomago dio un revoloteó, mis manos agarraron la tela del sofá, mi respiración se hizo más agitada. Lo que dijo ese hombre era cierto, pero era como si leyera mi mente y lo movía en circulo. 

Jimin.- ¿Quieres que me detenga? - preguntó 

N- no pude hablar 

El ritmo comenzó acelerarse y me movía bruscamente pero él no se detenía, me miraba con tranquilidad.

Jimin.- No te escuché - me miró 

¡No! - alcé mi voz - ¡Sigue! 

Una sonrisa apareció en su rostro, quitó esa cosa en mi y mi cuerpo temblaba.

Jimin.- Ahora sentirás doble placer - habló con la voz ronca 

Se bajó el pantalón al igual que su ropa interior y dejó ver su miembro, su mano masajeo con cuidado, se acercó a mi y entró, pero no solo eso, volví a sentir esa cosa en mi intimidad al igual que su miembro.

Se movía lento mientras que yo alzaba un poco mi voz.


PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora