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Miraba cada paisaje en la carretera, nunca había salido tan lejos de casa. Es algo nuevo para mi, pero es hermoso la vista desde el automóvil; cada árbol, cada animal silvestre, el cielo, las nubes. 

Todo es hermoso y es algo que me encanta demasiado, miré mi libro encima de mis muslos y comencé a leer, la hermana María me había dicho que faltaría cuarenta minutos para llegar a la escuela. Escuché la voz del hermano y al levantar mi mirada al frente, él se giró levemente y me sonrió.

Hoseok.- Hemos llegado - me dijo con una sonrisa

Esa sonrisa es hermosa, transmite amor y esperanza. Al mirar alrededor a través de la ventana pude ver una gran escuela, había chicas de mi edad y también pude ver algunos chicos, me sorprendí porque pensé que sería una escuela de únicamente mujeres. 

María.- ¿Cómo te sientes mi niña? - me preguntó 

Nerviosa hermana - respondí 

María.- Es normal mi niña pero verás que te encantará la escuela - me sonrió en grande - Bajemos 

Los tres bajamos y fui a la cajuela para tomar mis cosas pero el hermano Hoseok me lo impidió.

Hoseok.- Yo puedo solo pequeña - me dijo tranquilo 

¿Está seguro? - lo miré no tan convencida

Hoseok.- Muy seguro - respondió mi pregunta

María.- Ven te enseñaré la escuela - me tomó del brazo derecho 

Asentí levemente mi cabeza y comenzamos a caminar primero y detrás de nosotras venía el hermano Hoseok con mis cosas, al entrar por la puerta principal de la escuela me sorprendí demasiado por lo enorme que es por dentro. 

María.- La escuela cuenta con tres niveles - comenzó a decirme mientras caminamos por el pasillo principal - Los dos primeros niveles son de las aulas y el último es la biblioteca y parte de los talleres que ofrece

¿Qué talleres hay? - le pregunté

María.- Repostería y manualidades - respondió - Las clases inician a las siete de la mañana y terminan a las cinco de la tardé

Ella continuó explicándome acerca de las clases y los talleres, me menciono que para los hombres tienen un taller exclusivo para ellos. Me mostró la escuela, pude ver a mis nuevas compañeras en clase mientras que nosotras caminamos por el pasillo y las observamos.

María.- Tu madre siempre fue una alumna ejemplar y muy devota de nuestro señor - dijo tranquila 

Quiero seguir sus pasos - sonreí 

María.- Antes de llevarte a tu nueva habitación te llevaré a que conozcas al Padre - me miró fijamente 

Me llevo en la otra puerta de la escuela y al salir pude ver un jardín que conecta con la iglesia, miré el camino de piedras y en ambos lados tienen flores de diferentes colores. Unos cuantos pasos más y al llegar, saludé a mi señor.

Me llevó por otra puerta y al detenernos, ella acomodó su ropa y dio unos leves toques en dicha puerta de color café. 

Unos minutos pasaron cuando la puerta se abrió y me quedé más que sorprendida al ver al Padre. Es demasiado joven a comparación de otros Padres, una piel perfecta, él nos miró a las dos, una sonrisa apareció en su delicado y perfecto rostro.

Qué bueno que han llegado - nos dijo - ¿Han llegado bien?

María.- Si Padre - respondió - Ella es la hermana que le había mencionado hace unas semanas

Es un gustó pequeña - me sonrió - Mi nombre es Park Jimin - me extendió su mano - Soy el Padre 

PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora