29

1K 106 9
                                    


Jimin y Yo nos miramos preocupados, rápidamente ambos nos levantamos, mi corazón esta acelerado y mi cuerpo tiembla.

Jimin.- Escóndete en mi habitación - murmuró en voz baja cerca mío - No hagas ruido

Asentí mi cabeza y nos acercamos a la puerta, la abrió y me adentré, al poner el seguro en la puerta me acerqué a ella para poder escuchar.

.

.

.

Jimin


Acomode mi ropa y me acerqué a la puerta, le quité el seguro y giré la perilla de la puerta, al abrirla pude ver a una de ellas.

Hermana Helena - nombré su nombre 

Helena.- Buenas noches padre - me saludó gentilmente 

Ella es la más joven del convento, tiene veinte años y lleva poco tiempo en la escuela pero antes que ___ se uniera, Helena tuvo que hacer un viaje a otro convento para unas pláticas para las próximas confirmaciones para unos adolescentes.

Helena.- Lamento llegar a esta hora padre - se disculpo 

No pasa nada hermana - le dije y me hice aún lado para que ella pasará

Ella entró y cerré la puerta, una parte maldigo que alguien nos interrumpiera. Me acerqué a mi escritorio y tomé asiento en mi silla y ella tomó asiento en la otra silla.

Pensé que aún estarías otra semana en San Francisco - hablé tranquilo

Helena.- Pude terminar a tiempo padre - dijo tranquila - Aquí esta mi reconocimiento como catequista de la iglesia de San Fermino

Ella me extendió la hoja de papel y la tomé y comencé a leer cada palabra.

Vaya me sorprendes hermana - hablé sin despegar de la mirada de la hoja

Helena.- Realice un excelente trabajo como lo pidió padre - sonrió en grande

Me alegra escuchar eso - levanté mi mirada y le sonreí 

Helena.- ¿Estaba ocupado padre? - preguntó 

Si, estaba a punto de tener la mejor cogida después de unas semanas


No Helena - negué mi cabeza 

Ella asintió su cabeza ligeramente, inhale un poco para poder sacarlo de mi boca, ella no se percato.

Bien Helena debes estar cansada del viaje - me levanté de mi lugar - Ve a descansar

Helena.- Si padre pero antes de eso iré a ver a la hermana María - respondió emocionada - Tengo tantas cosas que contarle a ella

Esta bien - dije - Cena pero tienes que descansar para retomar tus actividades 

Helena.- Si padre - asintió su cabeza 

Ella se levantó y los dos caminamos hacía la puerta, abrí la puerta y ella estaba por despedirse de mi cuando dio un paso en falso con un pequeño escalón. Mi reflejo fue muy rápido y la tomé en mis brazos pero también caí con ella.

Caí primero y ella cayó sobre mi, golpeo su cabeza contra mi pecho, me quejé por el golpe en mi espalda. Los dos levantamos nuestras miradas y pude ver como ella se sonrojo.

Helena.- ¿Esta bien padre?  - preguntó nerviosa

Si - respondí - ¿Tu estas bien?

Helena.- Si - respondió aún nerviosa 

Pero ella se quedó mirando fijamente y no comprendía.

Helena.- Tiene unos lindos ojos padre - me miró fijamente

Y la miré sorprendido.




PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora