María.- Mis niñas - les sonrió - Les presentó a ____ su pequeña hermana - sus manos apoyaron mis hombros y la miré fijamente - Pequeña ellas son Eva Winstor y Chae Jiyu
La chica de hace rato se llama Jiyu, ambas me sonrieron y saludaron.
Eva.- Encantada de conocerte - me sonrió en grande
El gusto es mío - dije tranquila
Jiyu.- ¿Ya cenaste? - me preguntó
Aún no - negué - La hermana María me trajo
Eva.- Puedes cenar con nosotras - me dijo - Bueno también si quieres
Me encantaría - sonreí un poco
María.- Adelante mis pequeñas - nos dijo a las tres - Las dejó para que se conozcan
Ella nos sonrió y se alejo de nosotras, tomé asiento con ellas pero Jiyu se levantó para ir a la cocina.
Eva.- Ella te traerá tu cena - me dijo - ¿Cuándo te integraste? Nunca te había visto
Apenas hoy - respondí
Eva.- Entiendo - dijo - ¿Qué te parece la escuela?
Me parece maravilloso - respondí - Mi madre estudió aquí
Eva.- Eso es lindo - sonrió
Jiyu apareció y dejo un plato de comida con un vaso de leche, le agradecí. Antes de dar el primer mordisco, comencé a orar para agradecer mi comida el día de hoy, al terminar las miré a las dos y cenamos juntas.
Jiyu.- ¿Qué habitación te tocó ____? - me preguntó
Esta por el jardín - respondí - Para ser exacta donde esta el plantío de rosas en frente esta mi habitación
Jiyu.- Eres mi vecina - dijo tranquila
¿De verdad? - pregunté - Me alegra saber eso
Continuamos cenando y al terminar de cenar, cada uno de mis compañeros tomaron sus platos y fueron a dejarlos en la cocina. Yo seguí sus pasos e hice la misma acción que ellos; al salir por la puerta café Eva y Jiyu me acompañaron de regresó.
Eva.- Supongo que la hermana María ya debió de darte tu horario y tus actividades - me dijo tranquila
Si - respondí - Esperó hacer amigas
Jiyu.- Ahora nos tienes a nosotras - dijo con una sonrisa
Antes de llegar al camino donde se encuentra mi habitación, Eva se detuvo y la miré confundida.
Eva.- Mi habitación se encuentra de este lado - me dijo - Nos vemos mañana
Se despidió de nosotras, aunque es raro para mi. No habló de nuestro señor antes de despedirse pero no le di mucha importancia, caminé con Jiyu en dirección de nuestras habitaciones mientras que conversamos y nos conocemos.
Jiyu.- Mis padres son muy devotos - respondió tranquila - Mi hermano esta estudiando en otra ciudad
¿Cuándo te uniste aquí? - pregunté
Jiyu.- Hace un año - respondió - Te gustará demasiado la escuela
Miramos al hermano Hoseok pasar en frente de nosotras y Jiyu le habló, detuvo sus paso y giró a nosotras.
Hoseok.- Hola pequeñas - nos dijo
Jiyu.- Hermano me podría ayudar con mis muebles - le habló preocupada - Otra vez con el mismo problema
Hoseok.- Tendremos que comprar unos nuevos - sonrió levemente - En media hora iré pequeña
Jiyu.- Gracias - le agradeció con una sonrisa - Esperaré su llegada
Se alejó de nosotras y continuamos, al llegar a nuestras habitaciones, ella me miró tranquila.
Jiyu.- Pasa buena noche - me dijo
Igual tu - dije
Ella se dio la vuelta y caminó a su habitación, la vi alejarse y cuando llegó a su habitación entró. Di unos pasos pero me percaté que el Padre esta parado mirando el cielo.
Padre - me acerqué a él
Jimin.- Hola - me sonrió - ¿Cenaste bien?
Si - respondí - Pensé que estaría ocupado
Jimin.- Pude avanzar - respondió - Vine a verte
¿Sucede algo? - pregunté un poco preocupada
Jimin.- No - negó - Quise ver si ya te acomodaste en tu nueva habitación
Si gracias por preguntar Padre - sonreí
Se acercó unos cuantos pasos, con uno de sus pulgares rozó mis labios y me sorprendí por eso pero a la vez sentí una pequeña corriente eléctrica recorrer mi cuerpo.
Jimin.- Tienes azúcar en los labios linda - me dijo tranquilo
Qué torpe soy - me disculpé
Jimin.- No lo eres - sonrió - ¿Ya irás a descansar pequeña?
Si Padre - respondí
Jimin.- Te dejo que descanses - dijo - Cualquier cosa que necesites no dudes en decirme
Gracias - agradecí - Buenas noches Padre
Jimin.- ¿Puedes bendecirme linda? - me preguntó y me sorprendí - Una bendición antes de dormir
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Pastor
Fanfiction"A él es que debes obedecer sin importar que" Esas fueron las palabras que recordé cuando me encerró su habitación y no hablamos de la biblia.