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Padre nuestro que estás en el Cielo.

Al terminar la oración, tomé mi pequeña bolsa y salí del lugar, me despedí de mis demás hermanas y hermanos y comencé a caminar rumbo a la parada del autobús; mientras caminaba saludaba a las personas que pasaban a mi lado.

Algunos correspondían a mi saludo y algunos no, es una pena que siendo hijos de nuestro señor no sepan sus valores, negué mi cabeza y al llegar a la parada de autobús me senté en el pequeño espacio y esperé.

El día es demasiado cálido, la luz solar iluminaba el lugar y es un día perfecto para disfrutar al máximo, no prestaba atención a mi alrededor, el escuchar a las aves cantando es música para mi pero escuché una conversación entre dos chicas que están en frente mío.

¿Estuviste con él? - le preguntó una de ellas a la otra

Si - sonrió emocionada 

¿Qué tal folla? - le preguntó curiosa 

Demasiado bien - respondió - Tiene un pene demasiado grueso


¿E- están hablando de relaciones sexuales?

No podía creer que unas chicas tan jóvenes estén hablando de esos temas, cuando Dios nuestro señor no nos habla de eso en la biblia, ellas hablan con tanta emoción mientras que yo me sentía extraña escuchando eso. 

A ellas no les importaba si la demás gente a su alrededor las escuchaba, ellas hablaban con libertad de ese tema, se detuvo un autobús y ellas se subieron mientras que yo seguía sorprendida, también estaba sorprendida de mi misma al escuchar ese tipo de conversaciones; no soy el tipo de mujer que le gusté escuchar conversaciones ajenas.

Unos minutos más llego mi autobús, me subí y pagué con mi tarjeta. Al sentarme saqué de mi bolso mi biblia y comencé a leer sin importante lo demás, sabía el tiempo y cuantas hojas leo antes de llegar a mi casa.

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Madre - entré a mi casa y hablé - He llegado

Cerré con cuidado la puerta y comencé a caminar rumbo a la cocina, moría de hambre y debía comer algo pronto antes de irme con mis demás hermanas. Pero al no obtener respuesta de mi madre, llegué a la cocina y preparé mi comida.

Gracias señor por esta comida - agradecí

Comencé a comer en silenció pero escuché la puerta abrirse y me asomé al ver a mi madre entrar pero no venía sola, venía con otra mujer. Me levanté de mi lugar y salí de la cocina para saludar a mi madre y a la otra persona.

Qué bueno que llegas mi niña - me saludó mi madre 

Hola madre - besé su frente 

Te presentó a la madre María - me presentó a la otra mujer - Hermana ella es mi hija ___

Es un gusto hermana - la salude 

María.- El gustó es mío - me sonrió - Me alegra encontrarte en estos momentos

¿Pasa algo? - pregunté a mi madre

Vamos a la sala a hablar - me dijo y hice caso

Las tres tomamos asientos y esperé a que mi madre y la hermana María hablarán.

La hermana María es una gran amiga de la escuela - me dijo mi madre - Ella imparte clases en la escuela que esta al norte de la ciudad

He escuchado de esa escuela - dije - Es una gran escuela para mujeres

María.- Tu madre me ha dicho que tienes excelentes calificaciones y eres muy devota a nuestro señor - me dijo y la miré - Te invitó a unirte a la escuela para que tengas mejor aprendizaje 

¿Es enserio? - pregunté sorprendida y ella sonrió en grande 

Es tu oportunidad querida - me dijo mi madre con una sonrisa - Estudié ahí cuando tenía tu edad y es maravillosa la escuela

María.- Hablé con el padre y él esta de acuerdo - dijo tranquila - Piénsalo y mañana vengo para saber tu respuesta


PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora