Por un segundo, el mundo acabó en manos infantiles. En medio de la gran ciudad, el reloj de la torre se detuvo y aquellos gigantescos engranajes salieron volando rodando y aplastando todo a su paso. El héroe de la historia sin saber que hacer para detener el desastre, murió aplastado por una pieza que no vió caer desde las alturas. Las manecillas aplastaban su cuerpo, incluso podía decirse que ya no tenía cabeza. Sin villanos a cual culpar, sin héroes que salvar a la población y un lugar que se iba a la ruina; era mejor no mejor no seguir jugando con sus poderes y eso el pequeño duende lo sabía. Pero tenía motivos para hacerlo, pues nadie quiso decirle donde se hallaban los restos de su familia, ni siquiera el héroe que debía ser el ser más amable de todos. Una vez que el desastre finalizó y el terreno pasó a ser un campo lleno de escombros y cadáveres enterrados, buscó una pala para empezar su trabajo. Lo único que pudo revivir con el cáliz de vida que conservaba en una pequeña botella, fue a un pobre niño desconocido que le recordaba a como era en vida.
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Cuentos Para Dormir
Short StoryVariedades de cuentos cortos y relatos para el gusto del lector. Muchos incluso pueden considerarlo como novelitas cortas.