La estación estaba pintada de rojo, pero cuando yo llegué no podía ver a las personas que estaban esperando lo mismo que yo. Al igual que todos los presentes, me senté en una banca a esperar el tren.
La luz del farol se encendió unos segundos, y pude ver gracias a esa bombilla que se apagaba, pero volvía a encenderse, el rostro de una persona. Una mujer llevaba en sus manos un bonito ramo de rosas. Las olía con una sonrisa. Pensé que podría habérselas regalado su novio, sino no sonriera de esa forma. Conozco el amor, yo también tengo pareja. La bombilla del farol explotó y no hubo más luz. La luna hizo reverencia, alumbrando con sus rayos al señor que estaba sentado junto a mí. Debía de estar loco para leer en plena noche. Fijar la vista no es bueno, pero lo único que pude ver del libro fue el título del capítulo siguiente. "La receta perfecta para los champiñones" era lo que decía en la hoja. De seguro es una receta que busca sobresaltar el sabor y agregar ingredientes desconocidos. Las nubes de lluvia ocultaron a la luna y otra vez la estación se quedó en plena oscuridad. Algo se subió sobre mis piernas, un maullido me hizo entender que era un gato. Con mis manos detecté que su cola suave y larga. Acaricié su lomo hasta llegar al cuello. Ante la vibración del teléfono en pleno silencio, le apreté el cuello y el gato se defendió con un mordisco. Para chillar tanto de seguro le apreté el esternocleidomastoideo o una arteria porque no lo escuché maullar más. Me entró pánico de haberlo matado, de que su apofecis se hubiera dañado con mi apretón. Tanto miedo sentía que no pude quedarme sentada. Me levanté buscando al felino hasta dar con un reloj en la pared que pude ver gracias a las luces que tenían las manecillas. Marcaba la hora clave donde el sonido de las ruedas se podía escuchar a lo lejos. No podía quedarme en planos terrestres, pues todo tiene en algún momento un reordenamiento y entre esa limpieza, las almas como yo, deben de ir al cielo. Hay viene mi transporte, pero como soy culpable de la muerte de todas las personas que acabo de ver, la mujer enamorada, el lector de receta y un animal inocente, este tren me llevará al infierno.
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Cuentos Para Dormir
Short StoryVariedades de cuentos cortos y relatos para el gusto del lector. Muchos incluso pueden considerarlo como novelitas cortas.