Descansaba sobre su pecho desnudo luego de una agitada noche apasionada. Carlo se había portado magníficamente cuidando en todo momento como siempre. Ahora dormía a su lado y ella no dejaba de pensar en como contarle la nueva información que tenía, quizás debía esperar a saber la dirección exacta que Paul estaba consiguiendo pero no sabía si se enojaría por ocultarle algo tan importante, además aquella noche volverían a Roma a retomar sus actividades y enfrentar el drama y disgusto de su familia y amigos en Italia.— Te ves tan pacifico y en calma durmiendo — dijo en voz baja acariciando co un dedo las facciones de su cara — si te cuento todo la calma no durará mucho — se lamentó.
— Si me cuentas todo podremos arreglar las cosas juntos — contestó aún con los ojos cerrados logrando sobresaltarla al saberlo despierto. Se incorporó fregándoselos los ojos y la observó aun con ojos somnolientos esperando que ella hablara — habla con confianza amore, sea lo que sea lo voy a entender.
Ella suspiró y finalmente asintió.
— Paul me mandó información sobre Pia — anunció colocándolo alerta.
— ¿Encontró a mi hermana? — pregunto entre agitado y emocionado.
— Todavía no sabe el lugar exacto en donde está pero me confirmó que está aquí en New York, quizás a las afueras de la ciudad.
— Es una gran noticia, un gran avance, mi hermana está cerca de nosotros Gi, ¿cuando te enteraste de esto?
— Ayer — confesó — pero no quería que cualquier malentendido dañara nuestro día, estabas tan feliz que preferí callarlo... pensaba que sería mejor contarte cuando ya la tuvieran ubicada.
— Prefiero saber ahora y que tu misma me hayas contado — contestó enternecido por su miedo a que reaccionara mal — nunca me enojaría contigo.
— Me quitaste un gran peso de encima — dijo soltando el aire que estaba conteniendo en sus pulmones.
— ¿Crees que Paul pueda hacer una videollamada para hablar de los detalles con él?
— No creo que se niegue si se lo pido, voy por mi celular — avisó levantándose de la cama en busca de este.
Escribió el mensaje y pasados cinco minutos obtuvo respuesta, Paul podía conectarse en una hora más, lo que les daría tiempo de bañarse y desayunar mientras este se desocupaba.
— En una hora esta desocupado — informó.
— Es perfecto, mientras iré escribiendo todas las listas de propiedades que tengan mis padres aquí, quizás eso sirva — se levanto de la cama apresuradamente colocando solamente los pantalones de pijama.
Lo siguió hasta la sala donde pudo verlo dando vueltas en busca de un bolígrafo y papel, cuando finalmente los encontró se sentó en la mesa del comedor y empezó a escribir todo lo que se le venía a la mente. Ella por su lado decidió darse una ducha rápida para luego prepararse el desayuno, el estomago ya le reclamaba alimento al igual que sus hijas.
Los minutos pasaron rápidamente mientras ella desayunaba y Carlo escribía, le preparó un café fuerte huevos y fruta que de vez en cuando picoteaba mientras seguía concentrado en recordar cualquier pista que pudiera llevarlo a su hermana.
Su teléfono sonó una hora después, el nombre de Paul apareció en la pantalla y Carlo rápidamente lo tomó respondiendo él mismo.
— ¿Paul que noticias tienes? — preguntó sin titubeos.
— Es seguro que tu hermana está en New York, los movimientos bancarios de tus padres en esta ciudad son muy altos además que concuerdan con donaciones y compras en tiendas de niños. El numero de propiedades en la ciudad es muy grande.
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Regalo de Amor
RomanceGia Bianchi es una hermosa diseñadora de interiores que muere por ser madre y formar una familia pero se ha cansado de esperar al hombre perfecto. No era que no lo hubiera intentado, era hermosa y cientos de hombres la habían cortejado a lo largo d...