Ya habían pasado algunos días desde la ultima vez que se habían visto y todo había quedado finalmente claro, se sentía un poco más relajada y lo agradecía por su embarazo.
Terminó de enviar algunos correos con cotizaciones, cerró su computador y llevo un poco de té a su boca para así lograr calmar un poco las náuseas matutinas que habían aparecido de un día para otro. No podía quejarse, esto era lo que quería sentir y así recordar que estaba creando una vida, por instinto acarició su vientre plano y sonrió, cada día que pasaba sentía que amaba más y más a su bebé.Un mensaje en la contestadora llamó su atención, hundió el pequeño botón para escucharlo y la melodiosa voz de su prima resonó en la estancia.
"¿Gigi iras esta noche al aniversario de los De Luca? Dime que si, quiero tener una excusa para ver a los primos de Carlo ya sabes que son unos bombones"
No pudo evitar reírse de aquel mensaje, con las prisas había olvidado que los padres de Carlo celebraban su aniversario ese día, por ende tenía que verlo y esperaba que todo siguiera su curso normal justo como antes.
Tomó su celular y las llaves de la puerta de su chalet, atravesó el gran jardín hasta llegar a la casa grande de la villa, Arturo abrió la puerta para ella y la saludó con una leve inclinación de cabeza.— Buon giorno signorina Gia — saludó el hombre de unos cincuenta años aproximadamente.
— Buon giorno Arturo ¿se encuentra mi madre ?
— Si, está en la habitación — asintió y luego de despedirse dio media vuelta para subir las escaleras hasta la habitación de sus padres.
Dos golpes en la puerta y la voz de su madre dándole permiso para entrar bastaron para que abriera aquellas puertas de madera blanca que daban paso a aquel santuario.
— Hija, que bueno tenerte por aquí — la sonrisa cálida de su madre la hizo darse cuenta que lo mejor había sido volver así fuera por unos días a casa — ¿ya desayunaste?
— No mamá hasta hace un momento tenía náuseas — su madre asintió y la envolvió en sus brazos.
— Te entiendo hija, cuando estuve embarazada siempre me sucedía lo mismo, pero ya pasará— la guío hasta la pequeña terraza en el balcón y ambas tomaron asiento — dime, ¿irás esta noche con nosotros al aniversario de los De Luca?
Al parecer esa era la pregunta del día, todos querían saber si asistiría y no entendía por qué, quizás estaba demasiado paranoica con todo y solo lo preguntaban debido a que los síntomas del embarazo no le daban mucha tregua.
— Si, solo tengo que encontrar un vestido porque lo había olvidado por completo — no tuvo que decir más, sabía que su madre arreglaría todo por ella.
— No te preocupes hija esta tarde cuando regreses de hacer tus cosas lo encontrarás en tu habitación, te recomiendo que llegues antes de las seis para que puedan peinarte y maquillarte
— Así será mamá, gracias — tomó su mano y la apretó, sonrió y se recostó en la silla dejando que la luz del sol le diera un poco de color a su piel blanca.
— Me emociona la idea de tener otro nieto — comentó más emocionada de lo que esperaba — ya no importa lo que te dije sobre que era una locura, ya está aquí y es una realidad ... seré abuela por quinta vez.
Sus padres habían tomado la noticia mejor de lo que esperaba, habían aceptado su decisión y ahora estaban más que emocionados por la llegada de un nuevo nieto.
Luego de una tarde ajetreada volvió a la casa de sus padres, en la que era su antigua habitación encontró un precioso vestido color rojo con unos estiletos a juego y las debidas joyas colocadas sobre la cama. Una ducha caliente y media hora después bastaron para que se sintiera relajada, apretó el nudo de su bata y caminó hasta la habitación luego de salir del baño, colocó un poco de música para ambientar el lugar y secó su cuerpo con calma.
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Regalo de Amor
RomanceGia Bianchi es una hermosa diseñadora de interiores que muere por ser madre y formar una familia pero se ha cansado de esperar al hombre perfecto. No era que no lo hubiera intentado, era hermosa y cientos de hombres la habían cortejado a lo largo d...