Inhaló y exhaló observando el magnífico panorama que tenía enfrente, la bahía de Villefranche en la Riviera francesa. El lugar que había escogido para relajarse había sido Niza y no se arrepentía porque cada día se levantaba más y más relajada, disfrutaba de todo lo que le ofrecía la ciudad desde sus playas hasta su comida mientras fotografiaba todo a su paso.La terraza donde pasaba parte del día contaba con una piscina de al menos cinco metros, jacuzzi con hidromasaje y un área de relajación donde tomaba sol dispuesta a llegar con un color más bronceado a Sicilia. Apenas había llamado a casa de sus padres un par de vesces para informarles que todo estaba bien y que estaba disfrutando de sus vacaciones.
Bianca la mujer que la acompañaba le informó que el desayuno estaba servido, había recuperado el apetito desde su llegada y por suerte las náuseas de un día a otro desaparecieron cosa que en el fondo le alegraban porque realmente la estaban desgastando. Se sentó enfrente de la isla de la cocina, no quería comer sola en el comedor, le parecía mucho mejor conversar con la mujer que le hacía compañía día y noche y que en las dos ultimas semanas había complacido a su paladar con las delicias que preparaba.
— Bianca — la mujer de una edad cercana a su madre dejó lo que hacía a un lado para mirarla.
— Dígame
— ¿Cuando regrese a Sicilia te gustaría trabajar conmigo?
— ¿Con usted? — ella asintió — bueno sus padres me contratan cuando requieren personal extra... pero honestamente si me hace falta tener un ingreso fijo.
Sonrió complacida, llevaba varios días pensándolo y tan pronto llegara a casa buscaría una nueva propiedad para empezar la nueva vida que tenía planeada con su bebé. Bianca le había demostrado que era excelente en su trabajo pero sobretodo era una gran persona y en un futuro sabía que necesitaría de su ayuda cuando el pequeño naciera.
— Entonces ya está, tan pronto lleguemos a Palermo te vienes conmigo — Bianca asintió feliz por el ofrecimiento.
El plato había quedado limpio, no había rastro del desayuno que hacía unos minutos estaba frente a ella, se retiró de la cocina y buscó recostarse sobre él cómodo sillón que tenia la preciosa vista hacia el jardín. Ese Chalet era un sueño y había costado cada centavo que había pagado por el alquiler de éste, si no fuera porque sabía que tenía que regresar se quedaría ahí para siempre.
Sin darse cuenta se quedó dormida, miró la hora en su celular y marcaba las diez de la mañana, subió a su habitación dispuesta a bañarse para así salir a dar un paseo como todos los días. Los primeros días había visitado Vielle Ville el cálido centro histórico de la ciudad al igual que había hecho una pequeña peregrinación por las iglesias admirando su arte y arquitectura. Quien definitivamente se llevó toda su atención fue el Palais Lascaris un edificio civil barroco que denotaba en todo su esplendor la italeanidad nizarda, estaba diseñado al mejor estilo de los palacios genoveses con su fachada y recargados salones junto a su monumental escalera.
La noche anterior había decidido que haría hoy pero le daría la sorpresa a Bianca, estaba segura que adoraría los lugares que se había planteado visitar. Se internó en el vestidor en busca del atuendo perfecto para el día soleado que estaba haciendo, se decidió por un largo vestido veraniego color rojo con estampado de flores blancas, un sombrero a juego para taparse en caso de que el sol fuera muy fuerte y unos preciosos aretes grandes de plata.
Bianca miraba todo maravillada, todo era flores y colores obviamente porque estaban visitando el Marché aux Fleurs, el mercado de flores más grande y hermoso en el que había estado. Compraron una canasta a la entrada de éste y visitaron puesto por puesto comprando las flores que más le gustaran, geranios de todos los colores y dhalias fueron los ganadores; también encontraron puestos de frutas y verduras de los que la mujer arrasó con la mayoría de sus productos imaginando todas las recetas que le prepararía a ella y a su bebé.
ESTÁS LEYENDO
Regalo de Amor
RomanceGia Bianchi es una hermosa diseñadora de interiores que muere por ser madre y formar una familia pero se ha cansado de esperar al hombre perfecto. No era que no lo hubiera intentado, era hermosa y cientos de hombres la habían cortejado a lo largo d...