Capítulo 13

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Aún seguía sin poder creer lo que les acababan de decir, llevaba en su vientre a dos pequeños dos regalos de amor que le había dado Carlo y que estarían con ella por siempre. No podía describir en palabras cómo fue escuchar sus corazones latiendo y saber que ambos crecían perfectamente sanos la llenaba de alegría.

— Listo Gia puedes ir a cambiarte — dijo la doctora levantándose — los espero en el consultorio.

— Te ayudo cariño — Carlo le tendió la mano para ayudarla a bajar y ella así lo hizo internándose en el baño para salir con ese precioso conjunto que llevaba hacia unos minutos.

De vuelta a la consulta la doctora se sentó frente al computador llenando lo que ella suponía era su historia médica, los miraba de reojo de vez en cuando y cuando finalmente terminó le dedicó una sonrisa .

— ¿Los bebés están bien? — preguntó Carlo con una mezcla de ansiedad y curiosidad.

— Perfectamente bien y si todo sigue así en unos dos meses podremos saber el sexo de los bebés — comentó la doctora.

— ¿Gia está bien? ¿Tiene que tener algún cuidado extra? Digo son dos bebés ... — no pudo hacer otra cosa más que enternecerse con su preocupación.

— Me alegra ver a los padres de ahora tan comprometidos con el embarazo de sus mujeres — ella se tensó un poco aunque evitó demostrarlo — todos tres los encontré en perfecta salud solo tiene que tomar sus pastillas prenatales y seguir los cuidados de un embarazo normal — explicó.

— Y en cuanto al sexo ¿podemos hacerlo con normalidad? — casi se ahoga con su propia saliva y estaba segura que su cara estaba roja como un tomate.

— Claro que si obviamente nada de excesos ni de ponerse creativos pero no tiene nada de malo hacerlo durante el embarazo — Carlo sonrió al parecer complacido con la respuesta de la doctora Pia y ella no podía ni verla a los ojos — ésta es la receta y nos vemos el próximo mes para chequear como va tu salud y la de estos gemelos — dijo señalando su vientre.

— Muchas gracias doctora — ambos se despidieron mientras abandonaban el consultorio.

Mientras esperaban por el ascensor le dio un codazo al castaño, se lo merecía ¿Cómo se le ocurría hacer esas preguntas?.

— ¡Oye! — se quejó — ¿Por qué me maltratas?

— ¡De dónde vino esa pregunta de que si podíamos tener sexo! — preguntó alterada.

— Bueno tenia esa duda cariño además es algo normal — dijo encogiéndose de hombros — el sexo es algo normal Gi o cómo fue que hicimos a estos dos bebés — preguntó llevando la mano a su vientre para acariciarlo — ¿me das una de esas? — señaló los ultrasonidos que la doctora había impreso para ellos.

— Si — le tendió una — también son tus hijos mi amor.

— La verdad es que no veo nada pero estoy tan emocionado por que están aquí — dijo emocionado — y los amo — su comentario la enterneció hasta las lágrimas — gracias por darme esto Gi.

— Gracias a ti por este regalo — susurró abrazándose a él — ¿Quién imaginar que serían dos? — murmuró todavía sorprendida — todavía sigo sin creerlo .

— Bueno que te puedo decir — sonrió con suficiencia — sabía que te había dejado embarazada desde el primer momento — dijo el castaño alardeando de su hombría — pero gemelos es otro nivel — se jactó volviéndolo a repetir en voz alta.

— No me salgas con esa frase machista de que eres todo un semental — pidió rodando los ojos — es genética simplemente, mis hermanos son mellizos.

Regalo de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora