Ya habían resuelto la situación migratoria de Pia, por fin volvía a tener sus documentos en regla y bajo su poder. Hasta ahora eran sus padres quienes se encargaban de todo y por ende no contaba con su propio pasaporte ni identificación.
Salieron de la embajada muy felices por lo que habían logrado sumado a las buenas noticias de la corte en la que aceptaban la prueba de ADN que demostraba que Benjamin era hijo de Pia. Según las abogadas quedaba poco para la audiencia en la que presentarían la petición de devolución de custodia para que el niño pudiera por fin volver a Roma junto a su madre.— Me veo mejor que en mi identificación pasada — rió mostrándonos el documento — menos mal tuve la oportunidad de sacarme otro con mi nuevo look.
— Cosas que no todos conseguimos — comentó ella — todos quisiéramos cambiar nuestra primera identificación.
— Pero tu sales hermosa en cualquier foto — dijo Carlo besando sonoramente su mejilla — siempre estás preciosa esposa mía.
— Lo dices porque me ves con ojos de amor — le restó importancia riendo.
— Con los mejores ojos te veo.
— Derraman miel ustedes dos — se burló su cuñada de ambos mientras los abrazaba — nunca imaginé verlos así.
— Créeme que yo tampoco — dijo alzando la mano.
— ¿Qué tal si vamos a celebrar? — sugirió Carlo pero una llamada de teléfono lo interrumpió.
Debió sorprenderse al ver la pantalla porque su rostro perdió algo de color.
— ¿Quien es? — preguntó Pia curiosa.
— Mamá está llamando — enseñó la pantalla y su hermana pareció congelarse.
— Carlo seguro ya se enteraron de todo — nerviosa miraba a todos lados.
— Sabíamos que esto pasaría cariño — ella intentó calmar a su cuñada — estas con nosotros y nada sucederá.
— ¿Qué sucede madre? — vociferó Carlo al contestar la llamada — Si, saque a mi hermana de donde la tenían escondida, ya se todo lo qué pasó y quiero que sepan que la estoy ayudando y protegiendo como su hermano mayor ya que ustedes como sus padres hicieron todo lo contrario — intentó escuchar pero fue imposible, Carlo se apartó de ellas para hablar o más bien discutir con su madre dejándolas sin saber el hilo de la conversación.
Pasados unos minutos volvió a su lado, estaba visiblemente enojado y alterado. Aquella conversación seguro había arruinado su día por completo aunque había unos momentos fuera él quien quisiera celebrar.
— ¿Qué dijo?
— Volaron a New York y se presentarán mañana en el juzgado, el juez les hizo una citación y mamá está histérica porque esto puede salir en cualquier medio de comunicación... eso es lo que le preocupa.
— Le dije que si no querían una batalla legal y que todos se enteraran lo mejor era que me dieran la custodia a Pia de Benjamin.
— ¿Y ella que dijo? — preguntó su hermana ansiosa.
— No dijo nada, se quedó callada y luego colgó.
— Al menos no se negó — trató de intervenir para suavizar las cosas desde su punto de vista.
— Hay que esperar hasta mañana para ver qué sucede — fue lo único que dijo su marido.
El día se había vuelto gris, Carlo no volvió a estar de buen humor en todo el día así que se quedaron en casa todos juntos. Ella por su parte decidió tratar de seguir con su trabajo desde la distancia aunque interrumpidamente porque Benjamin la buscaba a cada rato cosa que disfrutaba porque ese niño era puro amor.
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Regalo de Amor
Roman d'amourGia Bianchi es una hermosa diseñadora de interiores que muere por ser madre y formar una familia pero se ha cansado de esperar al hombre perfecto. No era que no lo hubiera intentado, era hermosa y cientos de hombres la habían cortejado a lo largo d...