5. Lo que hay dentro

390 99 13
                                    

Hacer la pequeña celebración por el logro de hoy es algo que sienta bien. La gente se preocupa por arreglarse un poco, hacer comida que tenían mucho tiempo sin probar sea por falta de los ingredientes o porque debían guardarlos. Por esta noche, Namjoon dio pase libre. Además de que dentro de dos días, Yeou llegaría con cuatro cajas enteras llenas de comida deshidratada, semillas y especias que se les ordenaron.

No es un momento de escándalo y locura extrema, pero los coreanos nunca han sido así. Tienen música al fondo con un reproductor de música, alguno de los tantos Idols que hay cantando eventualmente; la comida siendo el centro de atención junto a la plática relajada y alejada de cualquier inquietud que tuvieran.

También está permitido sacar licor.

Eso colabora muchísimo a que todos entren en cierta relajación y descontrol. Por obvias razones, solo los que no tienen más de quince pueden beber.

Namjoon revisa cada tanto la puerta, ligeramente inquieto por tanta paz. Después del caos y escándalo que formaron temprano, le cuesta pensar que todo va tan bien. Aunque debe ser así, tiene el comunicador a la mano y como de costumbre, hay muchos francotiradores y vigías colocados.

Aceptaron estar ahí bajo el intercambio de no trabajar una semana. Se están perdiendo el momento más jovial y ameno por supervisar. Namjoon lo consideró justo y ellos también, siendo una pequeña negociación que hizo antes de bajar.

— ¿ya bebiste tanto? —cuestiona Namjoon al notar que Jungkook se tambalea. El menor niega con la cabeza, dejándose caer torpemente en un mueble vacío y cerca de Namjoon.

—No, solo estoy muy cansado. Tomé un solo shot y ya estoy muriendo. —admite recostándose y dejándose desparramar en el suelo. Namjoon se ríe por la nariz, Jungkook suena como un bebé enorme.

— ¿Qué tanto hiciste realmente allá? Siento que cada vez que te quito la mirada de encima te conviertes en algo totalmente diferente. —Jungkook arruga la cata.

—Tan solo me sale mejor golpear cuando tú no estás cerca. —responde, restándole importancia al asunto. Namjoon entorna la cabeza hacia él, dirigiéndole una mirada de regaño acercándose. Jungkook da un resoplido, se restriega la cara con ambas manos—. Mira, no hice nada malo como para que me regañes en esta ocasión. Asumí que me tenías la suficiente confianza siendo que me mandaste solo con Tae y todos sabemos que Tae no va a estar en contra mía.

—Obviamente confío en ti, pero lo que espero es que hagas valer esa confianza—recrimina Namjoon—. Dijiste que no te dábamos espacio, que no confiábamos en tus capacidades. Te damos la confianza y te sigues comportando como un adolescente que le gusta romper cosas.

— ¿Ya regañaste a Hobi por ser un pirómano? —pregunta señalándolo a lo lejos, hace un sospechoso escándalo cuando echa los trozos de carne en la pequeña parrilla que se trajo para freír la carne.

—Algo así. —responde Namjoon encogiendo de hombros y Jungkook blanquea los ojos.

Eso quiere decir que no, a él no le han llamado la atención de ninguna forma. Aunque cabe el pequeño vacío legal de que es mayor que Namjoon, sigue dándole cierta vergüenza recriminarle cosas a Hoseok, Yoongi o Jin. Está en el limbo exacto de ser menor, pero también mayor.

—A lo que quiero llegar—Retoma Namjoon—. Es que quiero que aprendas a tener más control. No es una situación desesperada ni una que amerite que te causes tanta fatiga—explica con sencillez y Jungkook se vuelve a frotar la cara con ambas manos—. Eres demasiado inconsciente, demasiado distraído cuando te pones así... ¿Qué pasa si eso causa que te hieran? —Jungkook se endereza un poco en su asiento—. O que te maten... ya pasamos por la idea de uno de nosotros muerto como para volver a ello.

Sempiternal: Battlefield || BOOK 5#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora