Sempiternal: Battlefield || BOOK 5#

10. Riendas tomadas

Usualmente, no es quien guía. Prefiere que otros lo hagan. En su trabajo, de forma individual, no le gusta que nadie lo mande. No obstante, eso no implica dirigir a nadie o decir que hacer. Esa parte se le hace ligeramente incómoda. Tampoco soporta la posibilidad a un error y que, por derivación, acabe siendo su error, no el de la persona que lo cometió. Esa persona seguiría sus órdenes.

En este instante, Yoongi se enfrenta precisamente a ese pequeño problema: dirigir a muchísimas personas en una situación que podría ser peligrosa si no es que suicida por definición. Mingi conduce por él. Se nota que está nervioso. Es la primera vez que tiene el mando en algo como esto a diferencia de Jungkook, quien solía guiar esas expediciones para buscar comida.

Incluso cuando tenían que atacar algunos infectados, se limitaba a seguirle la corriente, sabiendo qué diría y diciéndolo en voz alta. En este momento, no deja de morderse los dedos y tratar de dormitar.

— ¿Muy nervioso? —pregunta Mingi, queriendo hacer un poco de ambiente tranquilo. Yoongi da un bufido, frotándose la cara con nerviosismo.

—Es la primera vez que hago esta mierda. Si alguien se muere hoy, me muero yo con esa persona. —advierte melodramático, pero ligeramente en serio, lo cual preocupa a Mingi.

—No va a salir mal. Está bien planificado. Pensé que Namjoon-Sunbae era quien lo había ideado—admite Mingi encogiéndose de hombros—. Además, todos cometemos errores. Todos quienes vinieron lo hicieron por su cuenta, así que no será su culpa que algo suceda. Tan solo que todo se volvió muy jodido. —concluye con una sonrisa despreocupada.

—Mi ansiedad dice lo contrario.

—Comprendo demasiado ese sentimiento.

Yoongi da un bufido y mira por la ventana a su izquierda.

—Aún no sabemos que es esa fábrica, tampoco si habrá muchas personas de todos modos; si la gente aparte querrá unirse a nosotros... Esto es demasiado jodido y yo demasiado ansioso como para que funcione bien. —dice Yoongi, pesimista y sin mucha voz.

—Saldrá bien. Todos tenemos fe en ello. Compensa el pesimismo que usted pueda sentir.

Exhala, apoyando la frente en el cristal y causándole escalofríos involuntarios. También está la posibilidad de atraer a muchos Yagtalja, una horda completa y que todo se vaya a la mierda. La sola idea lo hace sudar y tener que recostarse del todo para no sufrir un ataque de pánico, imaginando que lo atraparían de nuevo y esta vez, sin Jungkook cerca, lo devorarían hasta matarlo.

. . .

—No hay muchos guardias.

Yoongi asiente a lo que anuncian. Dieron una vuelta a toda la fábrica que ocupan estas personas y aparte de enorme, funcional y una enorme barrera para protegerse de los Yagtalja, está que no hay tantos vigías. Quiere decir que sí salieron a donde sea que Ming esté haciendo esa reunión.

Yoongi respira profundo y hace un gesto con la mano, llamando así a todos los arqueros al frente. Con él vinieron ochenta personas, todas armadas; la mitad son ataque a distancia y la otra mitad, incluyéndolo a él, San, Jongho y Mingi, cuerpo a cuerpo.

Tiene suficiente fe en que estas semanas de sufrir entrenando con Twice y Blackpink, servirán ahora.

—Eliminen a todos los centinelas sin falta—dice Yoongi en voz baja—. Que ninguno sea capaz de avisar a los de adentro que se ataca ¿Entendido?

Todos rodean la fábrica para poder estar atentos a los vigías, teniéndolos en la mira y como blanco de tiro. Los arqueros prensan sus arcos y apuntan con cuidado, disparan la pequeña lluvia de flecha que asesina a los que estaban a la vista, el sonido atrae a unos cuanto y los francotiradores que se prepararon en ese breve periodo de tiempo, son capaces de eliminarlos.