16. Trampas sencillas

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— ¿Alguien te contó qué fue lo que pasó con Yoongi?

Jimin niega con la cabeza. Tan solo asumió que una horda le hizo daño y ya. No tiene mayor ciencia el asunto. Tampoco ha estado prestando atención a conversaciones que suceden alrededor de él, por lo que se ha perdido las intervenciones de Seonjoon y su conocimiento en el tema. Jungkook lo incita a sentarse en la cama y Jimin no demora en subir las piernas en las de Jungkook.

Un poco para forzarse a sí mismo a recobrar la comodidad y las viejas costumbres que tenía. Entre ellas, no poder eludir el contacto corporal con su novio casi, casi principal. Aunque Namjoon lo hace bastante debatible.

—Nos llegó una nota. Estaba escrita en un trozo de tela amarrado a un perro. Era de Seojoon—Empieza a decir, masajeando los muslos de Jimin. Es una forma de tener una conversación más amena. Más tranquila considerando el tema que quiere discutir—. Pensamos que era una trampa, iba dirigida a Taehyung específicamente.

—pero era Seojoon. —dice Jimin ladeando la cabeza. Sí se trataba de él ¿Por qué Jungkook lo hace sonar como algo malo?

—Sí. Sí era Seojoon, pero no que él quien hizo ese mensaje para empezar. Nos contó que se separó del grupo en el que estaba; la gente de Matthew, por cierto—Jimin asiente haciendo un puchero—. Y una persona lo arrinconó. Pensó que era alguien normal, pero se dio cuenta de que no era así. Tenía la piel lechosa, ojos amarillos y cabello rojo. Muy rojo según él.

—Eso es... raro. —murmura Jimin, haciéndose el tonto al respecto, pero asumiendo que se trata de Jiho. Lo cual lleva a otra inquietud:

¿Cómo saben tanto de ellos? ¿De dónde sacan información?

—Lo más raro es que le mostró un artículo donde estaba una foto de él y Tae—aclara Jungkook y Jimin abre ligeramente los ojos ¿Se han puesto a rebuscar en revistas e impresiones para saber de ellos? Eso es bastante extremo—. Lo hizo escribir mensajes y lo escondió en un lugar específico para que Tae lo encontrara.

—Tae no fue hasta allá.

—No. Sabíamos que era una trampa, tan solo no sabíamos que sería tan grave.

—Uh...

—Cuando Yoongi y yo llegamos, el suelo se derrumbó, Yoongi se torció el pie, intentamos escapar de ahí, pero estaba lleno de...

Jungkook da un par de golpes suaves al muslo de Jimin. El más bajo le toma de la mano; juega con sus dedos, delinea sus nudillos y la marcas en su piel. Sabe que Jungkook no quisiera hablar de eso. La incomodidad al respecto y la culpa son igual de grandes. Igual de pesadas para cualquiera. Acaba en darle un beso en los nudillos. Jungkook respira profundo.

—Una... persona estaba ahí... se acercó a Yoongi... Estaba... Estaba muriéndose, pero esa cosa no lo atacó. Ni siquiera lo intentó. También parecía controlar a los Yagtalja. —menciona Jungkook en voz baja.

— ¿Y cómo era?

—Pelo marrón, bastante grande, creo que un poco más alto que yo, pero menos musculoso.

—Umm...

Jaesang, se dice Jimin mentalmente. Se arma un simple plano de lo sucedido: Jiho intentó atraer a Taehyung a una trampa, atraparlo para quién sabe qué, no funcionó como pensaba y le dio igual que Jungkook y Yoongi murieran. Jaesang hizo aparición tarde, pero lo hizo y así salvo a Yoongi y a Jungkook por puro accidente.

Ahora que hace este plano, se cuestiona ¿Qué tienen ellos cuatro de especial que Jin y Jungkook no puedan tener? Descarta a Hoseok por una observación simple: no es inmune. Aparentemente, la inmunidad es un rasgo distintivo y necesario.

Sempiternal: Battlefield || BOOK 5#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora