24. Monstruos, presas y escorias

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Siente todo el cuerpo flojo y adolorido. Su mejilla llena de baba por haber tenido la boca entreabierta. Apenas puede balbucear y ubicar que está en... ¿Dónde está? No reconoce este lugar. Parece el maletero de un auto. Se trata de incorporar, pero su cuerpo atado lo impide tener libertad de movimiento.

A pocos centímetros de él, identifica a Jimin con facilidad. No hay forma de no reconocer su rostro incluso medio cubierto. Jungkook trata de escupir el trozo de tela en su boca, pero está tan bien amarrado que no puede hacerlo. Indiferente a todo lo que intente, es inútil. Debe quedarse quieto hasta que algo o alguien venga a ayudarlo.

Jimin reacciona algunos minutos después, culpa de un bache en el camino que lo golpea. Sus ojos se vuelven asustados al instante y su movimiento errático, lleno de pánico solo le da ansiedad a Jungkook ¿Por qué se mueve de esa forma? No pueden hacer nada, por más desesperante que sea.

Aunque cae en cuenta de que por lo que parece, Jimin tiene muchísimas razones para estar así de alterado. El auto se detiene y el maletero es abierto. Lo deja ciego las luces de fuera. Ya es de tarde, bastante tarde. Aun con ello, son revisados con linternas.

—Ambos despertaron. Debimos usar más cloroformo.

—No teníamos más a mano.

Jungkook no puede pelear con quién lo saca y sienta en el suelo; un solo movimiento y se caería de cara al piso. Jimin da un poco más pelea e incluso consigue golpear su frente con la del hombre; no funciona para liberarse, pero si para darle satisfacción a Jungkook.

—Aún quedan unos cuantos minutos para que vengan.

Jungkook gira la cabeza abruptamente y frunce las cejas ¿Eungnam? Cuando se acostumbra a la luz y a todo su entorno, identifica a la mayoría de lo que están aquí de pie. Son persona que lo apoyaban y muchos de los que estaban juzgándolos por la mañana después de admitir la relación que tienen.

Un par de ellos, de su equipo de búsqueda y recolección, que fueron directo al grupo de Jiyong un par de veces. Ahora tiene muchísimo más sentido. Odia haber tenido razón en el que tenían espías. Lo que no entiende es ¿Por qué hacer esto? Se le hace tan incongruente.

Varios autos llegan y Jimin se cae a un lado, chillando a pesar de la boca cubierta. La risa de Ming irrita a Jungkook instantáneamente—. ¡Que encantadora bienvenida Jimin! También me alegra tanto verte. Teníamos un buen rato sin encontrarnos—tararea feliz y triunfante. Ming llega hasta Jimin y se acuclilla delante de él. Lo coge del cabello para levantarlo, viéndole directamente a los ojos. Tan aguados y enrojecidos como los recordaba.

—Es impresionante que no cambies nada, sigues teniendo la cara de perra mal cogida de siempre. Pensé que se habría quitado un poco... ¿Viste mi regalo del otro día? ¿Te gustó? —Jimin empieza a quejar más, haciéndose daño en las muñecas y las piernas de tanto intentar liberarse—. Hay muchos adornos que podemos ponerte. Un par de perforaciones, unas medias tal vez... Hay muchas opciones. Estoy seguro de que te gustarán. —afirma antes de burlarse de él y su inminente crisis.

—No puede ser muy mal cogido si aparentemente todos ellos se lo tiran—opina Eungnam en un refunfuño—. Malditos maricones de mierda.

— ¿Oh? ¿Cuéntame? De esto no me has contado... ¿Y tú? —Toma a Jungkook del cabello, con él portando una mirada desafiante y rabiosa—. Eres más lindo de lo que recordaba. Estoy más seguro de que puedo llegar a un acuerdo por tenerte a ti también... todo por molestar a Namjoon—mofa sin vergüenza en ello—. ¿Lo que decías...?

—Namjoon dijo que los siete son una pareja—Ming sonríe incluso más grande y cínico que antes, con sus ojos abiertos de par en par como un detalle lunático en él—. Siempre se los veía tocándose o haciendo cosas extrañas. Supongo que por eso era.

Sempiternal: Battlefield || BOOK 5#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora