39. Búsquedas urgentes

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Respira profundo y sus ojos se mueven de un lado a otro en el techo. No sabe decir si se siente mareado o está simplemente aturdido. La boca le tiene un sabor desagradable. Una mezcla entre sus propios gases y sangre. Jungkook trata de moverse, pero en primera estancia, sus extremidades no quieren responderle.

Se asusta ¿Y si le pasa algo malo? Sabe que hablaron de que podrían pasar muchas cosas. Recuerda al Yagtalja enorme- Al Alpha, tomándolo de la cabeza y el dolor que sintió por la presión que ejercía en su cabeza.

No recuerda qué fue lo que pasó.

Tampoco como salió de ahí.

Está seguro de que habló con alguien por mucho rato, pero ¿Quién fue? ¿Yoongi? Tal vez Yoongi.

No recuerda casi nada...

Solo recuerda estar gritando y entre las aberturas de los dedos, ve los ojos amarillos del Alpha a punto de asesinarlo.

Jungkook decide hacer un esfuerzo por moverse, levantarse de donde está acostado de forma muy cómoda y bien colocada. A pesar de que le cuesta muchísimo esfuerzo, revolviéndose entre la penumbra de la casa rodante y escuchando lo que parece ser un motor vibrando o a saber qué cosa, consigue sentarse.

Respira profundo de nuevo, larga y pesadas bocanadas, una tras otra. Se pone de pie y mantiene el equilibrio por tres segundos antes de tambalear. Consigue estar erguido apenas, peligrando con caerse de cara al suelo. Un par de pasos y logra sujetarse a la pared de la casa rodante. Avanza paso a paso. Pequeños y similar a un pingüino, con su cabello largo, espeso y rizado de un lado a otro cubriendo parte de su rostro.

Abre la puerta con dificultad para coordinarse del todo, pero encuentra el pequeño campamento siendo levantado silenciosa y laboriosamente. Taehyung es el primero en notarlo y correr a ayudarlo para que no se caiga de cara.

Ya ha tenido suficientes golpes para un largo rato.

—No deberías moverte y tener tanto movimiento hoy. —balbucea Jimin, preocupado—. Siéntalo, rápido. —pide a Taehyung.

—Vamos grandulón, tienes que seguir de reposo. —Taehyung lo palmea en el hombro y así dirigirlo a un asiento. El más cercano posible. Deja a Jungkook con cuidado, con el más joven viendo alrededor de forma un poco extraña.

Parece sorprendido, casi pasmado de la impresión, pero ¿Por qué? ¿Acaso hay algo que no puede ver? Porque en lo que a todos los presentes respecta, lo único que tienen en su entorno es un espacio gris con una pequeña nevada y árboles muertos luciendo como una película de terror.

—¿Cómo te sientes Sunbae? —pregunta San, curioso e interesado. Jungkook inhala y exhala, llena sus pulmones del aire frío.

—Creo que aún estoy dormido—Bam arrastra y presiona su hocico para conseguir que Jungkook lo mime. Jungkook permanece viendo alrededor como un niño pequeño. Sus grandes ojos de cervatillo con un excepcional brillo—. Hay... más colores ahora.

Hay una especie de coloración en el entorno ¿O es solo idea suya? Todo luce más vivo, como una especie de película de Disney o la película más taquillera con los efectos especiales más caros del mundo. Jimin se lleva una mano a la mandíbula, tratando de recordar de la montaña de cosas que ha leído, qué parte es la culpable de eso.

Se acerca a Jungkook, aparta con cariño y cuidado la melena lisa y acaricia la frente de Jungkook.

—Creo que accidentalmente te presionó el lóbulo... ¿Occipital? Y alteró parte de tu percepción visual y de los colores ¿Hay mucho cambio? ¿Te molesta?

Jungkook niega con la cabeza. Es extraño, pero interesante. Brillante y vibrante. No hay molestia a este cambio. Le soban la cabeza con cuidado. Hay algo que lo incómoda ligeramente en ello. Jimin y Taehyung consiguen que tiene mismas zonas hundidas en el cráneo, pero sin la crisis del evento recién sucedido, se percatan de que no es tan grave.

Sempiternal: Battlefield || BOOK 5#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora