Descenso

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Pov Narrador

A altas horas de la noche en un callejón oscuro en los barrios bajos de Japón se escuchaba los tenues quejidos de dolor de un hombre que suplicaba por su vida.

--Por favor... no me mates, te diré todo lo que quieras saber--

El hombre con aspecto demacrado y grandes ojeras que mostraba claramente su adicción a las sustancias era sujetado por el cuello apoyado fuertemente contra un muro a manos de otro hombre cuyo rostro era difícil de distinguir debido a que era parcialmente cubierto por una capucha, además de la poca iluminación del lugar.

--No te preocupes por decirme nada, obtendré cada detalle de tu memoria por mi cuenta--

El encapuchado aplicó más fuerza en su agarre y destruyó completamente el cuello de su víctima a la vez que unos tentáculos emergieron de su brazo y se incrustaran el en el cuerpo del hombre desmenbrandolo parte por parte mientras los trozos de carne eran absorbidos y dirigidos al cuerpo del cual emergieron.

Un fuerte dolor de cabeza golpeó al hombre encapuchado, a la vez que las memorias y vivencias de su reciente víctima invadían su mente de forma tan apresurada a tal punto que el dolor pareciera insoportable obligándolo a apretar sus sienes con la inútil intención de calmar esa sensación.

Afortunadamente este proceso no duraba mucho tiempo, lo que le permitía al hombre recuperarse mientras analizaba el nuevo conocimiento que había adquirido.

--La lengua negra es la marca que tienen todas las victimas con conocimiento relevante, pero siempre adquieren esa estúpida droga de personas diferentes...--

El encapuchado se adentró en los recuerdos más recientes que había adquirido percatandose de un factor común en la mayoría de sus presas aparte de la lengua negra.

--La mayoría de distribuidores suelen estar usando una máscara con forma alargada similar a un pico, supongo que deben tener informacion relevante sobre sus clientes mas habituales--

Al final el hombre llegó a la conclusión que era mejor dejar de lado a los simples consumidores de sustancias, pues de momento ya había asesinado y consumido un total de 19 drogadictos y la mayoría eran consumidores recurrentes de la droga conocida como tigger. Ahora en lugar de atacar a los clientes su objetivo serían los vendedores, y gracias a su reciente víctima este plan de acción era fácil de llevar a cabo, pues solo nesecitaba reunirse con aquel que le proporcionaría la droga dentro de unas horas, y para eso recurrió a cambiar de forma, una acción que ya había realizado para tener la forma que tenía actualmente.

--Bien, ya lo hice una vez, no será problema hacerlo de nuevo--

*Truck* ... *Crack* ... *Prack* ...

El cuerpo del encapuchado empezó a emitir sonidos extraños, aunque más específicamente el sonido provenía de sus huesos que se facturaban y rompían con la finalidad de modificar su estructura física. De la misma forma sus músculos se empezaban a retraer de forma que simulaba ser por mucho más delgado que antes.

Este proceso claramente generaba un dolor casi insoportable que solo era experimentado por el mismo protagonista, pues desde la perspectiva de otra persona, solo sería capaz de ver como tentáculos y una masa de color negro con tonos rojizos le cubrían por completo el cuerpo cambiando de tamaño y forma constantemente.

Al cabo de unos segundos la masa negra y los tentáculos que lo cubrían habían regresado a su cuerpo y dejaron ver a aquel hombre que había sido consumido después de que le destruyeron la tráquea.

Prácticamente no había ninguna diferencia con el fallecido y el asesino, inclusive la vestimenta era la misma.

--Mientras más diferencias tenga con el aspecto físico de la persona en la que me voy a transformar, más dolor me va a causar..., esto de tener un cuerpo humano si que complica ciertas cosas al momento de usar algunas de mis habilidades--

Una segunda oportunidad en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora