➛ 5O. the blank space

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A la edad de 16 años, Lia Gilbert experimentó por primera vez como la muerte le arrebataba algo de las manos

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A la edad de 16 años, Lia Gilbert experimentó por primera vez como la muerte le arrebataba algo de las manos. La pérdida de sus padres fue algo que la descolocó por mucho tiempo, y lo seguía haciendo en la actualidad incluso si había aprendido a vivir con eso.

Lia, en uno de los puntos más bajos de su duelo, había llegado a la idea de que la vida era un gran papel con un gran espacio en blanco.

El día que uno nace, el papel está en blanco. No hay tragedias, y si las hay, uno no las siente hasta que es un poco más mayor, donde el espacio en blanco lentamente se va oscureciendo.

La Lia humana de 16 años no consideraba que su vida haya sido mala, de hecho, podía decir que fue bastante genial. Una infancia terrible no era algo que pudiera tener en su lista de tragedias y estaba agradecida por eso. No fue hasta que se enamoró de Theo que el espacio en blanco fue oscureciendo de una forma que pasó desapercibido por ella.

Pero, sin duda, la muerte de Grayson y Miranda Gilbert fue algo que oscureció aquel espacio de una forma enfermiza.

Desde ese momento, su mayor miedo empezó a ser la muerte. Y como persona que era parte de lo sobrenatural, ese miedo era parte de su vida. Acosaba su mente, repitiéndole que todos a su alrededor iban a caer poco a poco.

Entonces llegó la muerte de Jenna Sommers, una muerte por la cual iba a lamentarse toda su vida y que la haría odiarse a si misma. Ric fue el siguiente en caer. A pesar de haberlo conocido por un poco más de un año, llegó a amarlo como la figura paterna que había perdido.

Y el espacio en blanco se hizo más pequeño.

Lia no era buena lidiando con la muerte, no sabía cómo sobrellevarla. Le gustaba escapar de ese dolor e ignorarlo a toda costa. Cuando sus padres murieron, se ocultó en su cuarto, no salía y cuando lo hizo fue para tratar de acabar con su sufrimiento.

La muerte de Jenna fue algo más fácil de lo que huir. Se había marchado con Klaus y Stefan por lo que no fue capaz de pasar un duelo adecuado, justo lo que ella quería. Estaba bastante ocupada con la mierda de Klaus que fue fácil ignorar que su tía había muerto.

La única razón por la que ella seguía ahí, era porque no estaba sola. Se prometió a si misma que iba a ser fuerte por sus hermanos, porque tenía que protegerlos. Debía ser quien los cuide.

Pero ahí, sentada en una esquina de la habitación de Jeremy, con sus ojos posados en su cuerpo inerte, no solo supo que había fallado en su deber, sino que no encontraba nada que sea suficiente para seguir siendo fuerte.

En el regreso a casa, no había soltado ninguna palabra. No había nada en ella. Su rostro estaba neutro y sus ojos completamente secos mientras no los movía del cuerpo de su hermano descansando en su cama.

Descansando.

Muerto.

El espacio en blanco se estaba haciendo mucho más pequeño, mientras todo alrededor oscurecía.

so it goes ౨ৎ the vampire diariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora