➛ 70. the kiss that solved nothing

1.6K 184 90
                                    

Lia tomó en sus manos el vestido que Rebekah le había entregado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lia tomó en sus manos el vestido que Rebekah le había entregado. Aquel día se celebraba el festival de las Chicas del Ataúd, y aparentemente era una fecha que le agradaba a la rubia, porque apenas la vió en la mañana le regaló un bonito vestido color beige, con algunos detalles blancos en encaje.

Fue frente al espejo y se colocó el vestido con una pequeña sonrisa. Estaba consciente de que Nik no iba a dejarla salir de todas formas, pero podía fantasear por un rato.

Una vez que el vestido estaba puesto, observó con los ojos brillosos en alegría su abultado vientre. No tenía más de 20 semanas, pero cada día que pasaba notaba la más minúscula diferencia entre el tamaño, y solo podía sentirse más ilusionada día a día, emocionada de poder conocer a su hijita incluso si faltaban meses.

Llevó sus manos hacia su espalda para intentar subir el cierre del vestido, pero este pareció atorarse.

── ¿Necesitas mi ayuda?

Lia miró por el espejo, logrando divisar a Nik de pie trás ella en la puerta de su habitación.

No había pasado mucho después de que durmieron juntos en la noche. Él despertó primero ─no es que fuera extraño─, se vieron cuando ella bajó a desayunar y las cosas siguieron normales. Por supuesto, había una vibra diferente, pero buena. Lia creía que por fin estaban llegando a algo, que ella estaba llegando a algo.

O tal vez fue solo la amenaza de Elena de que iría a patearle el trasero a New Orleans si en los siguientes 5 días no aceptaba que amaba a Klaus. Quien sabe.

Alejó las palabras de su hermana de su mente y le dedicó una sonrisa a través del espejo.

── Vas a necesitar toda tu fuerza híbrida ── bromeó ligeramente, dándole paso libre al rubio para que entrara.

Klaus asintió con la cabeza y dió un paso adelante, cerrando la puerta detrás de él. Avanzó hasta ella a pasos largos, colocándose detrás suyo para tomar el cierre del vestido, subiéndolo con facilidad pero con cierta lentitud. Sus dedos rozaron en su espalda desnuda, y el aumento de tensión fue notorio para ambos.

Por instinto, el original posó ambas manos en la cintura de la castaña, y notó al instante como ella fijaba sus ojos en aquel acto por el espejo.

Creyendo que la incomodó, no tardó en alejarlas. Pero entonces la mano izquierda de Lia se cerró sobre la suya, obligándolo a mantener el contacto en su cintura. Compartieron una larga mirada por el espejo, ninguno de los dos dijo nada por unos segundos, hasta que Lia negó con la cabeza para si misma, soltando una risa corta.

── No hay muchas chicas del ataúd embarazadas, supongo ── rompió el silencio Lia. Pasó una mano por su cabello, llevándolo hacia atrás para dejar que vuelva a caer en sus costados ── Tal vez es porque nos vemos terribles en esto.

so it goes ౨ৎ the vampire diariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora