so it goes ౨ৎ the vampire diaries

➛ 69. i'm not gonna leave you

El leve tintineo del tenedor contra la copa hizo que los murmullos de los vampiros cesaran para mirar a Klaus.

Lia también lo miró, en silencio y con una expresión seria. Al regresar de Mystic Falls, tuvo la sorpresa de saber que él finalmente había recuperado el hogar por el que puso tanto empeño en recuperar. De más estaba decir que, apenas la vió, no dudó en arrastrarlas a ella y Hayley hacia el lugar.

Luego de regañarla por irse, claro estaba.

── Comencemos con un brindis por el regalo compartido, la inmortalidad ── el rubio comenzó a hablar, poniéndose de pie frente a la punta de la mesa.

Las hermanas estaban al otro lado, observando atentamente cada movimiento de la gente a su alrededor. Tenían sus alertas encendidas, estaba claro que los licántropos no eran muy queridos. Y, bueno, una loba junto a su hermana híbrida, no debía ser algo de su agrado.

── Después de mil años, uno podría esperar sentir la vida menos intensa, que sus bellezas y sus dolores van a disminuir con el tiempo, pero como vampiros, sentimos más profundamente de lo que el ser humano puede imaginar.

Klaus hizo una seña, y ante ello varias personas se acercaron a la mesa, cortando sus muñecas para dejar caer la sangre en la copa de todos los vampiros en la mesa. Excepto en la copa de Lia. Había pedido con antelación que no se atrevería a hacer eso con ella porque le causaba repulsión.

── Necesidad insaciable, exquisito dolor ── las copas comenzaron a llenarse. Lia hizo una mueca y apartó la mirada ── Nuestras victorias, y nuestras derrotas. Por mi ciudad, mi hogar de nuevo. Que la sangre nunca deje de fluir...

──...y que la fiesta nunca termine ── completó Marcel, alzando su copa con una sonrisa.

Mientras los demás brindaban, la Gilbert no pudo evitar clavar sus ojos en Marcel. Desde la primera vez que lo conoció, en las calles de New Orleans antes de saber quién era, tenía la sensación de que ya lo conocía desde antes. No le había prestado atención porque tenía problemas mayores, pero ahora que tenía la oportunidad de verlo mejor, la sensación solo aumentaba.

Trataba de descubrir de donde venía, de entender si realmente lo había conocido antes o era puro delirio suyo. Solo que nada se le ocurría.

── Entiendo que algunos pueden tener dudas sobre el reciente cambio de liderazgo ── Klaus continuó ── Y los invité aquí este día para asegurarles que no están derrotados. Mis intenciones en adelante son celebrar lo que tenemos que continuar con lo que Marcel, de hecho, tomó y convirtió en esto; una verdadera comunidad de vampiros.

Al terminar de decir eso, uno de los vampiros ─cuyo nombre Lia no se había tomado el tiempo de aprender─ se removió en su asiento y la miró por un momento.

── ¿Y que hay sobre ellas, la loba y la híbrida? ── inquirió, señalandolas.

Lia tuvo el impulso de soltar un comentario irónico, pero pudo resistirse.