so it goes ౨ৎ the vampire diaries

➛ 64. would've, could've, should've

﹙¡ advertencia !﹚
violencia de género.
abuso sexual.

Lia creyó que el día que tomó valor suficiente para terminar su relación con Theo, se había liberado.

No estaba teniendo en cuenta que el tipo de heridas que él había dejado en ella no se curaban fácilmente. Mucho menos cuando fue algo que siempre se guardó para si misma.

Cuando era más joven, incluso antes de haberse enamorado del Lockwood, había leído cientos de casos en internet sobre mujeres cuyos novios habían maltratado de cientos de formas diferentes. Su pensamiento ante esas noticias siempre fue: ¿por qué no solo terminaban con él? No pudo entender lo difícil que eso era hasta que ella misma se volvió una víctima.

¿Y lo peor? Jamás notó que se había convertido en una víctima más. No hasta que fue demasiado tarde. No hasta luego de que el daño fuera demasiado grande.

Lia podía evadir la realidad tanto como quisiera. Podía distraerse con sus problemas de brujas en New Orleans, pero la dura realidad era que Theo jamás iba a irse de ella ni en la muerte. Estaría atascado en su cabeza durante toda su eternidad. La cicatriz más grande y profunda en su mente llevaría su nombre para siempre. Y los recuerdos la iban a comer viva hasta arruinarla por completo.

Theodore Lockwood siempre sería el peor enemigo de sus recuerdos y el protagonista de sus pesadillas.

Lo había guardado por tanto tiempo. Por años sufrió en silencio, creyendo que estaba siendo exagerada, pensando que esa era la forma correcta de ser amada. Y Lia estaba enamorada, así que no le importó dejar que ese amor estuviera consumiendo cada esencia que la hacía ser ella hasta que en algún momento olvidó quien era antes de amarlo.

Lo peor que le pido haber pasado fue haber recibido la cantidad de atención necesitada en el momento más equivocado, y por la persona más incorrecta.

En algún punto de la relación, Lia solo se adaptó. Dejó de cuestionarse si lo que pasaba estaba bien, dejó de escuchar los consejos de sus amigas. Ignoró todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Soportó los golpes y las amenazas. Cada una de las palabras hirientes que salieron de su boca se volvieron algo normal de su día, así que simplemente aceptó que su relación se había convertido en una tormenta sin final.

Tomó todo el dolor y lo guardó en lo más profundo de su alma. Porque él la amaba. Y si él no la amaba, nunca nadie más lo haría, ¿verdad? Eso es lo que solía decirle.

"El primer amor jamás se olvidaba". Eso era algo que solía decirle su madre. Pero en ese momento, sentada en la barra de la cocina mientras se tragaba sus lágrimas, no había nada que deseara más que olvidar.