so it goes ౨ৎ the vampire diaries

➛ 13. the hottest original

Una vez que la camioneta se estacionó, Klaus y Stefan miraron simultáneamente a una Lia profundamente dormida para luego mirarse entre ellos.

━━ Toda tuya ━━ se apresuró a decir el original mientras habría la puerta.

Stefan lo miró mal ━━ ¿Por qué yo tengo que lidiar con la bestia durmiente?

Después de la luna llena, Lia durmió todo el viaje sentada en la camioneta con su cabeza en el hombro del castaño y envuelta en una manta.

¿El problema? Ella amaba dormir y odiaba que interrumpieron su sueño. Si lo hacían, se podían esperar 24 horas de odio mientras soltaba todo el veneno que recargó en la noche. Ninguno quería lidiar con su veneno.

━━ Ya tengo que soportar su odio de todos los días ━━ se defendió Klaus ━━ Te toca, amigo.

Stefan puso los ojos en blanco, pero sacudió suavemente a la castaña tratando de que despierte sin sobresaltarla demasiado. Cuando la sintió removerse, apartó la mano rápidamente en caso de que decidiera apuñalarla con lo primero que encuentre por ahí cerca.

━━ Cállate, Stefan ━━ murmuró con molestia sin mostrar intenciones de abrir los ojos.

━━ Aún no he dicho nada ━━ se quejó indignado.

Si tuviera los ojos abiertos, ella hubiera rodado los ojos. Y si hubiera tenido la voluntad, le hubiera dado un golpe, pero además de tener sueño seguía algo adolorida y su cuerpo le pedía a gritos que no hiciera ningún movimiento.

Stefan agradeció en silencio eso.

━━ Se que suelo dejarte descansar, pero hoy tenemos cosas que resolver ━━ habló Klaus desde fuera de la camioneta, decidiendo darle una ayuda al pobre Stefan.

Luego de la luna llena, Klaus dejaba que Lia pudiera descansar lo suficiente para que sus extremidades dejaran de doler mientras ellos seguían en su búsqueda de hombres lobo, pero no ese día.

━━ Cuando me recupere voy a apuñalarles los ojos a los dos, bastardos.

A regañadientes, sacó su cabeza del hombro de Stefan y él salió de la camioneta. Lia tardó algunos segundos en acostumbrar sus ojos a la luz y se sacó la manta de mala gana para arrastrarse por el asiento y bajar también.

Pero en ese momento, donde estaba más dormida que despierta y post-luna llena, sus piernas le fallaron, y una vez que tocó el suelo hubiera caído si no fuera porque Klaus la tomó por los hombros para estabilizarla. La Gilbert lo miró con una ceja alzada y él sacó sus manos, levantandolas en defensa.

Se dirigieron a una especie de bóveda donde seguidamente entraron a lo que parecía ser un bar. Era temprano, por lo que el lugar estaba vacío y algo oscuro, pero pronto se hizo notar la presencia de una mujer morena que -a ojos de Lia- se veía vieja y joven al mismo tiempo.