La noche era fría y estaba iluminada por la admirada luna llena. Las ventiscas de aire arrastraban consigo el delicioso aroma de la naturaleza, una perfecta combinación de roble y flores silvestres que volvía todo más calmado a excepción de la mente de una bella mujer despectiva que observaba con atención como la señorita Lee tomaba un camino contrario al que la guiaría a su casa, estaba sonriente, como si hubiera recibido una buena noticia.
—¿Por qué la señorita Lee tomó el camino contrario a su casa? —preguntó Ji-eun con curiosidad. No podía apartar la mirada del camino que tomó la asistente del rey a pesar de que la mujer ya no estaba dentro de su campo de visión.
—Nadie lo sabe, pero lo hace por lo menos tres veces por semana —le respondió una de sus sirvientas, Miyeon llevaba trabajando en el palacio desde que era una adolecente, por eso Ji-eun la escogió como una de sus sirvientas, porque de alguna u otra forma le diría las rutinas que tenían los que vivían en el palacio.
—¿Enserio? —su curiosidad despertó aún más —Tal vez vaya a algún lugar para despejar su mente —Ji-eun deslizó sus dedos en el marco de la puerta, ensuciandose con el poco polvo que había en la madera, no le importo mucho porque tenía pañuelos con que limpiarse. Ya era un poco tarde y aunque se sentía cansada su curiosidad la impulsaba a mantenerse despierta.
Finalmente se alejó de la ventana y se sentó en su sofá, sobre la mesa de noche estaban algunos de los libros que su alteza le había dado para estudiar y que ella se esmeraba en memorizar para que sus maestros dejarán de regañarla por no ser un verdadera dama de alta sociedad.
En el mes que había pasado, su alteza le preguntó si le gustaría tomar algunas clases para que se convirtiera en una verdadera dama y que así su majestad no se avergonzara de ella. Ji-eun no dudo en aceptar la propuesta, era una buena oportunidad de aprender un poco más sobre su nueva vida pero si hubiera sabido que sus maestros le iban regañar y golpear por cometer errores lo hubiera pensado mejor.
Pero ahora, luego de tanto esfuerzo caminaba como una verdadera dama, se sentaba como una e incluso comía cómo una, se sentía tan orgullosa de ella misma por todo lo que había logrado y por lo que sabía su alteza también aunque no lo demostraba. Lastimosamente aún no era tan elocuente como el resto de los omegas, aquello envidiaba de la señorita Lee, que siempre tenía las palabras correctas saliendo de su boca, era tan perfecta que sentía envidia de ella.
—La señorita Lee es una buena mujer, responsable, educada, inteligente y viene de buena familia, me enteré que su padre es el jefe de ministros pero se casó con un don nadie como Lee Dong-min, entendería su frustración y su deseo de no querer volver a casa, hay veces en que el amor no es suficiente para ser feliz.
—No se casó por qué quiso, la obligaron —le dijo Miyeon antes de servirle un poco de té.
—No seas ridícula ¿Qué padre obligaría a su hija a casarse con un don nadie?
—No fue su padre, fue su majestad.
—Eso no puede ser posible, majestad la quiere como una hermana, sería incapaz de casarla con alguien así.
—Majestad presentó al guardia Dong-min a la señorita Lee porque es buen hombre y porque tiene un futuro exitoso dentro de la guardia real, la señorita Lee solo siguió una orden indirecta de su majestad, en realidad ella no ama a Lee Dong-min.
—¿Cuánto tiempo llevan casados?
—Dos años.
—Ahora lo entiendo, no es feliz. Seguro ama a otro hombre y por eso no va directamente a su casa, va a verlo a él.
—Lo dudo, la señorita Lee es muy decente, ella no haría algo así.
—No estés tan segura Miyeon, las tranquilas son las que más cosas perversas han hecho en su vida.
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The King Weakness - KookV
FanficEn un gran reino habitado por alfas y omegas existían dos bellos príncipes que se amaban con locura. Las familias al ver su amor y una oportunidad de unión democrática entre ambas familias decidieron casarse y así convertirlos en los reyes de la nac...