Era el cumpleaños de la reina madre, su cumpleaños número cincuenta, era el día más importante de la vida de una persona y tanto Jungkook cómo Tae-hyung se miraban en el espejo, uno al lado del otro, admirando el hermoso conjunto que la modista había preparado solo para ellos. Jung-kook luciendo un bello traje azul marino, la chaqueta mantenía un hermoso bordado en el pecho al igual que los dobleces de las mangas; Tae-hyung lucía un bello vestido de mangas largas del mismo color y diseño que el traje de su esposo solo que la zona de pecho como la de las piernas mantenían un corte que permitían ver la capa de tela blanca que había debajo de la tela azul además de un bellísimo bordado en la zona inferior y tela de encaje en las muñecas del traje.
Jung-kook quedó encantado ante la belleza que desprendía su omega esa noche, sus pomposos labios ligeramente rosados se le hicieron apetecibles y aquellos hermosos ojos color café se volvieron una maravilla más del mundo, de su mundo.
—Sigo creyendo que es demasiado, se supone que la que debe brillar está noche es madre y no nosotros —dijo Tae-hyung tocando los adornos que tenía su vestido en la zona del pecho.
—No te preocupes, con lo egocéntrica que es, dudo que crea que tú belleza vaya a opacar la suya.
—No lo sé —Jung-kook sujeto a su omega de los hombros, obligándolo a verlo a los ojos.
—Todo estará bien ¿si? —el alfa depositó un tierno beso en los labios de Tae-hyung, quería calmar sus miedo por esa noche.
—¿No te duele? —preguntó el omega al separarse, sin poder evitar tocar la comisura de los labios de su alfa —Sigo sin poder creer que unos vándalos te hayan atacado, seguro no eran del reino y al verte bien vestido creyeron que eres una presa fácil de roer.
—Estoy bien, ya no te preocupes por algo sin importancia, mejor dame otro beso para sentirme mejor.
—Creí que estabas bien.
—Te mentí, cómo castigo dame un beso.
Aunque Jung-kook odiaba las mentiras no podía evitar decirlas para mantener la calma de su bello omega. Y es que dos días atrás, luego de haber destruido su oficina decidió ir a la mansión del general Min a caballo. A pesar de seguir resentido con el alfa no podía evitar visitar su casa sin previo aviso para pedir un consejo acerca de lo que estaba pasando.
Por eso, fue a los establos en completo silencio y preparó a su caballo preferido, uno blanco al que decidió llamar Yeong, un nombre perfecto para alguien tan valiente como lo era ese caballo que lo acompañó desde su infancia. Al subirse sobre el animal pensó en si estaba bien ir a casa de alguien que seguramente lo estaba maldiciendo.
Min Yoongi era terco y ocultaba muchos secretos, se conocían desde hace mucho tiempo pero aún así Jungkook no terminaba de conocer al alfa. Lo vio entrar al ejército, convertirse en general, casarse e incluso lo vio llorar pero aún así, seguía siendo un completo desconocido. Si le preguntaban cómo era Min Yoongi podría responder con tanta facilidad pero seguía creyendo que no lo conocía.
Por eso al llegar a la puerta de su mansión dudo en entrar, desde su lugar pudo ver la figura del alfa pasar al lado de una ventana con total seriedad, aunque no era extraño verlo en ese estado Jungkook sintió que no era normal su comportamiento. Respiro profundamente y sin importarle si su amigo estaba disponible o no, decidió abrir la puerta de la mansión e ir a buscarlo en cada habitación de la gran mansión. Abrió puerta por puerta hasta que finalmente lo encontró.
El alfa estaba sentado detrás de su escritorio mientras revisaba lo que parecía ser unos documentos, tenía puesto unos lentes que no sabía que tenía y usaba un bolígrafo dorado que le había regalado por su ascensión a general.
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The King Weakness - KookV
FanfictionEn un gran reino habitado por alfas y omegas existían dos bellos príncipes que se amaban con locura. Las familias al ver su amor y una oportunidad de unión democrática entre ambas familias decidieron casarse y así convertirlos en los reyes de la nac...