The King Weakness - KookV

Capítulo 7

La reunión había llegado a un punto declive en el  cual Jung-kook ya estaba molesto, dispuesto a discutir con los ancianos que querían quitarle parte del poder  sobre la economía de su Reino, aquel por el cual luchaba día y noche para mantenerlo bajo su poder. Su corte había usado innecesariamente a su concubina cómo una excusa para plantearle la situación, le dijeron: «Le ahorramos trabajo, majestad» «Al tener una concubina se distraerá de sus deberes como rey» «No podemos arriesgarnos  perder dinero por una mujer». Todas excusas sin un fundamento detrás solo para poder manejar fuertes sumas de dinero que seguro robarían, Jung-kook no podía permitir aquello.

Por ello, golpeó su podio tan fuerte que causó que los hombres en la sala se callarán, que lo mirarán con sorpresa por tal acto tan impropio de un rey ante su corte. Jung-kook mantuvo una postura seria, emanando un aura destructiva, que apenas fue percibida por los ancianos estos agacharon su cabeza para que pudiera hablar de forma libre.

—Me niego ceder parte del poder económico del Reino de Jade a la corte real —dijo sin más —Estoy seguro que tener una concubina no es impedimento para cumplir con mis deberes como soberano de este reino, el señor Moon piensa lo mismo ¿Cierto? —el azabache miro de forma retadora al jefe de la corte, sabiendo que si se oponía revelaría cada uno de los secretos de su familia, desde la forma tan impura en la que llegaron al reino de Jade hasta el método que uso para convertirse en el jefe de la corte —Bien, al no tener respuesta-

—Majestad —interrumpió el ministro Song sin temor a la reacción de su soberano —Que usted haya decidido cometer adulterio de forma legal no es nuestra preocupación, nuestra verdadera preocupación es que usted quede cegado por lady Ji-eun y que decida ceder parte del poder económico del reino a ella de la misma forma que hizo con su alteza.

Las palabras del ministro Song resonaron en su mente como eco, repitiendo varias veces las últimas palabras que involucran a su esposo. El alfa tenía razón, hubo un tiempo en la que su enamoramiento hacía Tae-hyung sobrepasaba los límites hasta convertirla en una obsesión que deliberadamente lo llevo a cederle el veinte porciento de la economía de su reino y si era sincero, no sé arrepentía en lo absoluto. Por eso, sonrió y se inclinó para apoyar parte de su cuerpo en el podio, entrelazo sus manos y miró descaradamente al ministro Song.

—Tiene razón, mi amor por mi rey me llevó a darle poder sobre el reino ¿Y sabe que? No me arrepiento —respondió —Su alteza real ha demostrado mil veces  ser más útil que mi corte, con el poder que le cedi "irresponsablemente" logró hacer grandes cosas, logró que los ingresos del reino subieran un cincuenta por ciento lo  que permitió que los agricultores ganarán un poco más, que los hospitales tuvieran más apoyo y que aquellos que estaban desamparados tuvieran un techo donde dormir y comida caliente todos los días, por eso y más… ¡Yo, Jeon Jung-kook, hijo único del antiguo rey Jeon Jung-sik, Rey del Reino de Jade y esposo de Jeon Tae-hyung tomó el poder absoluto de este reino impidiendo que la corte real decida sobre asuntos reales a partir de ahora! —fue lo que dijo, sin titubear y sin que sus manos temblarán cómo esperaba.

Jung-kook había tomado la decisión más importante desde que lo proclamaron rey de su nación, hace diez años, cuando tan solo tenía veinte años y un padre recién fallecido. Su imponente porte se había mantenido intacta y su respiración estaba tranquila, el haber tomado aquella decisión sin ningún respaldo le pudo haber costado su título como rey. 

—Además, a partir de hoy, volveré a residir en el palacio del Rey consorte y no hay discusión ante ello.

Jung-kook sin más que decir se retiró de la sala de conferencias, dejando a su corte en el silencio que asumieron luego de sus duras pero certeras palabras. Estaba satisfecho, había protegido a su país de un montón de ancianos corruptos y a su rey de ser denigrado de una forma tan absurda. Aunque lo deseara, no podía deshacerse de su corte, aquellos desagradables ancianos eran pilares importantes del reino, además les tenía cierto respeto por toda la sabiduría que albergaba esas mentes viejas.