Capítulo 30

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El sol del mediodía era sofocante, las pequeñas gotas de sudor resbalaban por el cuello no acostumbrado a un clima árido. Los árboles frutales empezaban a ser vistos desde la lejanía y el sonido de los riachuelos llenos piedras empezaban a sonar cada vez más fuerte, incitando al ser humano a acercarse solo para saber hasta dónde eran llevados por ese húmedo camino. 

Yoongi estaba mentalmente preparado para todo lo que se venía, estaba a una hora de llegar al reino del sol y en lo único que pudo pensar en esas once horas de viaje fue en las posibles respuestas que recibiría. Todo estaba prácticamente listo, había enviado a su asistente la noche anterior solo para que avisará de su visita y fue sorprendente que le dijera que si lo recibirán. 

Cuando llegó al reino del sol el atardecer lo había recibido y sin tomarse el tiempo de pensarlo fue directo a la casa de quién alguna vez fue su enemigo. La casa era grande, incluso más que la suya. Las rejas alrededor de la casa la harían lucir como una prisión de no ser por los colores blanco y azul de las paredes.

Al ingresar fue recibido con gentileza por los trabajadores de la casa, le sonreían amablemente y lo guiaban hasta el salón principal donde esperaría a quien tanto ansiaba ver. Según su ayudante la señora de la casa tenía una porte dominante como si fuera un alfa y su voz solía ser hipnotizante, a tal punto de que parecía ser confiable, tendría que cuidarse.

—Me dijeron que usted me busca —de pronto una voz femenina le hizo levantarse del sofá en el que se encontraba —¿Con quién tengo el placer? —entonces al ver a la dueña de aquella voz cayó en cuenta que su subordinado tenía razón, aquella mujer sin la necesidad de vestir de forma excéntrica y solo usando un simple vestido rojo de seda largo demostraba lo dominante que era, alguien que tenía todo bajo su control.

—Min Yoongi, general del reino de jade —el alfa extendió su mano y al sentir el tacto de aquella mujer se sintió familiar, como si ya lo hubiera hecho antes.

—A qué debo su visita —la omega tomo asiento y le incito a sentarse también.

—Bueno…

—Señor Min —el nombrado debía admitir que se sorprendió al escuchar a la mujer hablarle en su idioma —sea directo por favor —lo que le dió la confianza de entablar la conversación en su lengua natal.

—Es sobre Kim Taehyung —apenas el alfa dijo el nombre del omega las pupilas de la mujer se dilataron. Yoongi al ser muy observador se dió cuenta que cuando la omega se acomodó en su asiento hizo presión de más el los apoyadores del sofá.

—¿Sucede algo con él? —musito con aquella voz que le advirtieron.

—Pues…es algo más sobre mí, que sobre él.

—Ya veo —al parecer la mujer se dió cuenta de su intención al decir aquello —acompañarme —y lo guío hasta su oficina —Bien, qué es lo que busca —dijo sentándose en la silla detrás de su escritorio.

—Una espada.

—¿Una espada? —le cuestionó.

—Tengo entendido que como regalo de bodas, usted le regaló una espada al esposo de mi rey —empezó diciendo, él no lo sabía pero su forma directa de expresarse causó curiosidad en la mujer que lo miraba fijamente. La señora Xu era viuda del general del reino del sol, que a pesar de no ser de la misma nacionalidad de su esposo logró contraer nupcias con él y juntos formaron una familia.

Al fallecer su esposo, la mujer se refugió en su casa y rara vez salía de ella, las visitas eran escasas y el reino empezaba a olvidar su rostro. Lo poco que se sabía de su situación actual se debía a los familiares de su servidumbre que solían contar a detalle lo que sucedía dentro de su casa y con total sinceridad a ella le daba igual —Tengo mucha curiosidad sobre la espada, sé que el dueño original era su esposo pero lo que más me intriga son las joyas que se encuentran en la empuñadura, los llamados zafiros del diablo.

The King Weakness - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora