The King Weakness - KookV

Capítulo 24

—¿Este es el refugio? —preguntó Jungkook viendo aquel viejo lugar.

El refugio de niños abandonados era una gran casa que recibía a niños de distintas edades que sufrieron la pérdida de sus padres o que fueron abandonados por éstos. Aquel lugar estaba bajo el mando de una pareja de ancianos que había perdido a su hija cuando era una niña. Taehyung recuerda el día en que los conoció y la promesa que les hizo para ayudarlos.

Cuando el omega se convirtió en rey les dió una mejor ayuda económica que necesitaban para mantener el refugio pero con el pasar de los años la casa se fue volviendo cada vez más vieja y menos habitable. Aquello era demasiado notable para el alfa, la fachada de por si tenía madera rota, las ventanas estaban desgastadas y chillaban con solo un ligero movimiento y estaba seguro que el techo tenía agujeros que filtraban el agua de la lluvia.

Taehyung preocupado por los niños que vivían en el lugar decidió ponerse manos a la obra y solicitar su renovación.

—Si, gracias a ti mañana empezará a ser renovado.

—Gracias a ti diría yo, sin ti es posible que nunca me hubiera enterado que este lugar necesitaba mantenimiento.

—Que generoso de tu parte darme el crédito.

—Yo diría que estoy reconociendo uno de tus logros —Jung-kook sonrió al ver el iluminado rostro de su omega, estaba feliz de verlo feliz.

—Quiero presentarte a alguien —le dijo —¡Hueningkai! Ven aquí —de inmediato un chico de cabello castaño bastante alto que había estado jugando con un grupo de niños a la pelota se fue acercando a ellos con una sonrisa.

—Majestad, alteza —el muchacho se reverencio ante ellos.

—Él es Hueningkai, el primer niño que llegó aquí —Jungkook lo miró —tenía apenas cuatro años cuando lo encontraron, sus padres habían sido asesinados junto a sus hermanas, aún no se sabe cómo sobrevivió.  

—Debió ser duro para ti.

—Gracias a la generosidad de su alteza crecer no fue tan malo.

—Cuantos años tienes.

—Dieciséis.

—¡Kai! —los tres voltearon a ver de dónde venía el llamado.

A lo lejos la figura evidente de un alfa joven hacia su camino hacia donde se encontraban, Jungkook no tardó en reconocerlo, como podría olvidar el rostro de aquel niño que acompañaba a su abuelo a su trabajo y que terminaba aburrido por las largas jornadas que este tenía por su puesto en la corte real. Por un minuto quedó confundido, no sabía que un joven como era amigo de alguien de clase baja como Hueningkai.

En cambio, Taehyung sonrió con ironía al mirar a Hueningkai, aunque no conocía del todo al joven alfa sabía quién era su abuelo —Disculpen mi insolencia, alteza, majestad —Soobin se reverencio.

—Que te trae por aquí —preguntó Jungkook.

—Vine a ver a Hueningkai.

—Ya veo —dijo Taehyung —Tomemos té más tarde —le dijo a Hueningkai al mismo tiempo que tocaba su hombro. 

Taehyung tenía muchas preguntas, quería saber cuándo y cómo es que el nieto de un ministro con mucha vigencia conocía a un huérfano de clase baja, necesitaba saber el tipo de relación que ambos tenían porque no cualquiera miraba a alguien con ojos llenos de anhelo y decía su nombre con tanto cariño por detrás.

Cuando la pareja de reyes se alejo, Hueningkai no pudo evitar ponerse tímido con la mirada de Soobin. El alfa lo miraba de una forma que no podía describir, sus ojos brillaban a tal punto que podía decir que había una constelación dentro de ellos.