Lord Aemond Targaryen y Lady Daena Targaryen, veinte años despues del final de la guerra comienzan a lidiar con el drama de sus adolescentes/jovenes hijos, en especial de su hija Laenys quien se encuentra deseosa por conocer el mundo pero al mismo e...
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KINGS LANDING (129 D.C)
Aemond caminaba sudoroso por los pasillos de la fortelza roja, regresaba a su habitación después de entrenar toda la mañana con Ser Criston Cole, y a pesar de que el entramiento lo dejaba agotado no había otro digno oponente para el principe cuando se trataba de armas. Cada dia Aemond se despertaba sintiéndose "completo" junto a la mujer que amaba y que en su vientre llevaba a sus hijos.
Cuando el principe entro en la habitación vio a Daena frente al espejo tratando de cerrar su vestido, su vientre había crecido bastante al punto que ningún vestido le quedaba a Daena.
- ¿A dónde vas? - pregunto Aemond a su esposa.
- Tengo cosas por hacer - contesto Daena sin voltearlo a ver, seguía empeñada en cerrar el vestido - solo ve toda la gente que espera que los atienda.
- Tienes siete meses de embarazo - Aemond se acerco - no puedes andar de un lado a otro.
- Maestre Darly no podrá solo, me necesita.
Daena por fin había logrado que el vestido cerrara, pero tan pronto la princesa exhalo la tela comenzó a crujir abriéndose de las costuras y soltando los botones. Hubo un pequeño silencio mientras Aemond y Daena se miraban soprendidos, hasta que ambos rieron a carcajadas por lo ocurrido.
Aemond ayudo a Daena a sentarse en la cama, el principe se puso de rodillas frente a su esposa para estar casi a la misma altura y después le acaricio la mejilla izquierda.
- Esto es tú culpa - dijo Daena en un quejido.
- Lo se - Aemond sonrio suavemente - pero ¿Qué iba hacer yo cuando todo el tiempo querias estar sobre mi?
Daena sonrio entre dientes y Aemond llevo su mano al inmenso vientre de su esposa.
- Nunca imagine que en mi primer embarazo tendria gemelos - dijo Daena abrumada - recuerdo lo incomoda que mi madre se sintió en el embarazo de Baela y Rhaena.
- Pueden ser tres o cuatro - bromeo Aemond alzando los hombros y Daena le dio una palmada en el hombro - el primero se llamara Rhaegar.
- ¿Y si las dos son niñas?
- Entonces solo Rhaega - Aemond hizo una mueca mientras se ponía de pie - el otro nombre lo dejo en tus manos.
Aemond se inclino hacia el frente y dejo un beso en el vientre de Daena. Ambos esperaban la llegada de mellizos, pero dos meses después nacerían Rhaegar, Araena y Maella.
DRAGON STONE 152 D.C.
Fueron los tres días mas incomodos y solitarios que había vivido Aemond, ninguno de sus hijos le hablaba, su esposa no le hablaba y como Lord Clement se encontraba fuera Aemond ni si quiera tenia un amigo con el cual distraerse. A pesar de que Rhaegar estaba herido y molesto, no dejo de visitar a las aldeas de pescadores y los vasallos de su padre. Aemond veía a su hijo ir y venir en lomos de su dragón ayudándole con lo de la Isla, pero sin cruzar palabra o mirada.
